El Papa empieza a responder a los sacerdotes rebeldes de Nigeria

  • El obispo Peter Okpaleke, nombrado en 2012, nunca ha llegado al cargo porque una parte del clero no lo acepta, por ser de una etnia minoritaria
  • Francisco les amenazó con la suspensión si no le escribían pidiendo disculpas y mostrando lealtad
  • La mayoría del clero envió una carta de perdón, y ahora reciben respuestas personales

obispo Peter Ebere Okpaleke, diócesis de Ahiara Nigeria

El pasado mes de junio, el papa Francisco amenazó a los sacerdotes de la diócesis de Ahiara (Nigeria) con suspenderles, a menos que se disculparan por escrito por su rechazo al obispo local, Peter Ebere Okpaleke, nombrado por Benedicto XVI en 2012.

[N dela T: Okpaleke pertenece a una etnia minoritaria y nunca ha llegado a acceder al cargo. Francisco recibió en audiencia a una delegación nigeriana encabezada por el cardenal John O. Onaiyekan, nombrado administrador apostólico en 2013 para intentar reconducir la situación. “Es profundamente triste lo que está pasando. Incluso he pensado en excluir a la diócesis”, les dijo el Pontífice, según explicaba entonces el diario italiano Avvenire.]

Ahora han empezado a llegar los mensajes de respuesta desde la Santa Sede. “El Papa prometió que respondería, y eso es lo que está haciendo”, explica el cardenal John Onaiyekan, arzobispo de Abuja (Nigeria). El cardenal asegura que esas cartas “no están pasando a través de mí”, y por tanto él no conoce su contenido, ni probablemente lo conocerá hasta que termine el proceso de entrega.

En conversación telefónica con Crux, el cardenal Onaiyekan desea que el obispo Peter Ebere Okpaleke sea aceptado cuando el proceso termine. “Espero que mis hermanos le reconozcan. Estoy esperando y rezando, deseando que esta larga crisis termine”.

Una diócesis dividida

Las cartas del Vaticano, que se dirigen a cada sacerdote de manera nominal, según ha podido confirmar Crux, están llegando poco a poco a través de la nunciatura de la Santa Sede en Nigeria. El nuevo representante papal, el nuncio italiano Antonio Guido Filipazzi, llegó al país hace pocos días.

La situación en Ahiara es compleja: varios miembros del clero y laicos rechazan a Okpaleke, mientras que otros le apoyan. La diócesis ha producido muchas vocaciones al sacerdocio, y algunos estiman que es momento de que uno de ellos sea nombrado obispo.

Cuando se designó al pastor actual –al que no se le ha permitido estar en Ahiara en los últimos cinco años–, el Vaticano siguió una larga tradición que consiste en elegir personas de otra ciudad para dirigir cualquier diócesis, particularmente en África. Históricamente, esto se hace en atención a mostrar la universalidad de la Iglesia, más allá de diferencias tribales y étnicas.

El pasado 8 de junio, el papa Francisco procedió a una amenaza aparentemente sin precedentes, al dar a los sacerdotes de la diócesis 30 días para que le escribieran, prometiéndole “total obediencia” al obispo, o se enfrentarían a una suspensión. Los sacerdotes rebeldes hablaron entonces de que el requerimiento era falso. Pero el texto papal en inglés se publicó el 9 de junio en el blog de Ignatius Kaigama, arzobispo de Jos y presidente de la Conferencia de Obispos Nigerianos, y poco después, el Vaticano lo publicó también, eliminando cualquier duda sobre su autenticidad.

No todas las disculpas han sido honestas

En un duro mensaje, Francisco no sé cortó: “Cualquiera que se opusiera a que el obispo Okpaleke tomara posesión de la Diócesis quiere destruir la Iglesia. Eso está prohibido”. Desde ese día, la mayoría de los sacerdotes de la diócesis cumplieron con la petición del Papa y enviaron su carta. Sin embargo, parece que no todas las disculpas eran honestas.

“Todos los sacerdotes de la diócesis han cumplido”, dice uno de ellos, que prefiere quedar en el anonimato. “Él es nuestro padre, nuestra lealtad hacia él no puede quedar comprometida en ningún caso”. Aunque a continuación añade: “Pero esperamos que revise su postura y nombre a otro obispo”.

La mayoría de los sacerdotes que rechazan a Okpaleke le acusan a él y a los que le apoyan –desde Francisco hasta los laicos– de hacer el mal y de actividad criminal. Los curas que han recibido las cartas del Vaticano no han querido compartir su contenido, argumentando que son privadas. Sin embargo, Crux ha confirmado que están dirigidas a los curas por su nombre y que al menos una de ellas es “muy personal” y fue firmada a mediados de julio. Está signada de manera conjunta por el secretario de Estado Vaticano, cardenal Pietro Parolin, y por Fernando Filoni, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, y añade una “bendición apostólica” en nombre del papa Francisco.

El Mbaise Catholic Forum [publicación de los laicos de Ahiara] especula con que el contenido de cada una de las cartas varía en función de lo que cada sacerdote escribió en su carta de disculpas. Algunos podrían “recibir cartas suspendiendo sus facultades sacerdotales”.

(*) Texto original publicado en Crux. Traducción de Vida Nueva

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