El desafío de la ciudadanía ecológica en Colombia

Aportes del simposio sobre Laudato si’ llevado a cabo en la Universidad Javeriana

El 14 de febrero tuvo lugar en la Universidad Javeriana un simposio sobre la encíclica Laudato si’, del papa Francisco. La conferencia central estuvo a cargo del cardenal Peter Turkson, Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral de la Santa Sede. Comentaron su intervención el ambientalista Julio Carrizosa; Andrés Etter, profesor de la Facultad de Estudios Ambientales y Rurales; y Luis Guillermo Sarasa SJ, decano de la Facultad de Teología.

El objetivo de la actividad académica: divulgar y facilitar la comprensión, el análisis y el impacto de las ideas expresadas por el Papa en el documento, enmarcándolas en la problemática mundial, en la coyuntura actual de nuestro país y en la forma en que dichas ideas aportan a la construcción de la paz.

Al inicio de sus palabras, el cardenal rindió homenaje al padre Sergio Bernal, fallecido recientemente, quien fuera asesor del Consejo Pontificio Justicia y Paz, presidido hasta hace poco por Turkson. Momento seguido destacó algunos de los elementos que, a su parecer, caracterizan Laudato si’: la continuidad con las enseñanzas de pontífices anteriores; la colegialidad, puesta de manifiesto en las referencias de Francisco a consideraciones de diversas conferencias episcopales; la promoción del diálogo, para llegar a una solución de la crisis planetaria actual; la contemplación; y el llamado al cuidado de la Creación.

En el marco de este último punto, se refirió a la ciudadanía ecológica, en la que se concreta el tipo de conversión que el documento pontificio propone adelantar a través de la educación, la cultura y la espiritualidad, con el fin de redescubrir la vocación a la coexistencia y recomponer relaciones rotas.

Una obligación sagrada

Julio Carrizosa subrayó el alcance que Laudato si’ tiene más allá del ámbito católico, para ayudar a generar una conciencia acerca de “la obligación sagrada de cuidar el planeta”. A su parecer, el cuidado requiere que el conocimiento científico se abra a la complejidad de la Casa Común y a su red de múltiples relaciones, superando la costumbre de estudios fragmentados. Según el ambientalista, la ciudadanía ecológica involucra igualmente respetar diversas formas de mirar la realidad: hay un avance en el país cuando el Gobierno y las FARC, al momento de hablar de una reforma rural integral, lo hacen en términos de bienestar y buen vivir, y no exclusivamente de crecimiento económico. “El Papa dice a los hombres de la economía clásica y neoclásica: ustedes no pueden ser los guías de la construcción de paz”.

Andrés Etter planteó que Colombia no tiene aún un proyecto de país orientado al cuidado. La integración de una ciudadanía ecológica requiere educarnos para un diálogo informado sobre la realidad ambiental, que incluya incorporar nuevas evidencias y medios de comunicación. Así será posible no solo contrarrestar el statu quo y la tendencia negacionista sobre el deterioro de la naturaleza, sino también avanzar en la construcción de responsabilidad.

Por último, Luis Guillermo Sarasa invitó a leer la encíclica desde la categoría reconciliación, con el fin de identificar el tipo de conversión ecológica que un país como Colombia necesita. ¿Están los católicos dispuestos a ceder parte de sus tierras y a que los pobres aprovechen sus cosechas? Una pregunta que interpela la conciencia e invita a profundizar la exégesis bíblica, de la mano del documento pontificio.

VNC

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