José Luis Retana: “Quien desea ser obispo es mejor que no lo sea”

José Luis Retana, obispo electo de Plasencia

Obispo electo de Plasencia

José Luis Retana, obispo electo de Plasencia

RUBÉN CRUZ | Desde el 20 de febrero guarda el secreto. El nuncio en España, Renzo Fratini, descolgó el teléfono el sábado 18: “El lunes te espero en la Nunciatura”. Obediente allí estaba para la cita. “Suponía que no era para felicitarme las pascuas”, admite con humor José Luis Retana Gozalo (Pedro Bernardo, Ávila, 1953), obispo electo de Plasencia, en conversación con Vida Nueva. El 9 de marzo se hacía público el nombramiento. Los días previos fueron de silencio, con una mezcla de sentimientos, entre el miedo y el agradecimiento. “Según firmaba la carta en la que aceptaba el mandato del Papa, mi corazón me llevaba a querer a los placentinos aun sin conocerlos”, explica.

¿Y el nombramiento se espera? ¿Se nace para ser obispo?, preguntamos al nuevo prelado. “¡Por Dios, no! No nacemos ni siquiera para ser curas. Nadie es digno de este puesto. Quien desea ser obispo es mejor que no lo sea. Nunca lo he deseado. Al igual que nunca desee ser rector del seminario o delegado para las Instituciones de Enseñanza”, afirma.

El recién estrenado obispo, tras conocerse su nombramiento, recibió la llamada de Amadeo Rodríguez Magro, su antecesor en la diócesis placentina y actual obispo de Jaén. Ya ha podido comprobar cómo se respira en una Asamblea Plenaria, ya que estuvo presente los primeros días y pudo saludar a sus ahora hermanos en el episcopado. “Es impresionante cuando conoces de cerca a los obispos… ¡Qué hombres tan sencillos! Me han acogido como a uno más para ponernos a caminar juntos”, indica. “Les he advertido que soy un aprendiz y que voy a necesitar tutorías”, dice sonriendo.

Con especial cariño habla del cardenal Ricardo Blázquez. Le dirigió la tesina para licenciarse en Teología en la Universidad Pontificia de Salamanca (1979) y fue uno de sus formadores en el seminario. “Es un hombre sabio y sencillo al que quiero muchísimo”, señala.

En la foto de su WhatsApp no está solo. Le acompaña Francisco. En las próximas semanas acudirá a Roma para presentarse antes de tomar posesión, previsiblemente en junio. Pero ya tuvo la oportunidad de ver de cerca al Pontífice. Y es que Retana es, desde hace 15 años, director del Centro de Educación Especial Santa Teresa –“la obra más bonita de toda la diócesis”–. Junto a algunos de sus 200 alumnos, que presentan “capacidades psiquícas diferentes”, viajó al Vaticano para conocer a Francisco en 2015.

La realidad es que en el aniversario de los 50 años del centro, grabaron un video en el que le pedían a Bergoglio que les invitara a verle. Deseo concedido. En una audiencia general, el Papa los saludó uno por uno, “daba la sensación de que para él solo existes tú cuando se para a hablar contigo”. Retana recuerda con todo detalle la cara de asombro que puso Francisco cuando uno de los chicos se dirigió a él: “Santo Padre, no pida por un milagro para que nos curemos, solo que lo llevemos lo mejor posible”.

Retana tiene experiencia administrativa y de gobierno. En Ávila ocupaba hasta ahora varios puestos de responsabilidad. Al ser preguntado sobre cómo le gustaría que fuera recordado su ministerio, responde con claridad: “Siempre les decía a los seminaristas que tenían que ser pastores con el mismo corazón de Cristo. Así deseo que me reconozcan a mí, como un buen pastor que les quiere y ayuda”. De esta manera lo ven en su parroquia, la de San Pedro Bautista. “Y no podré ser de modo distinto, porque no sé hacer otra cosa”.

Publicado en el número 3.028 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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