El PSOE se vuelca contra los Acuerdos Iglesia-Estado

El portavoz episcopal afirma que no cree que los ciudadanos “estén sin dormir” por esta cuestión

reunión de la Ejecutiva Federal del PSOE diciembre 2013

FRAN OTERO | Vuelve la polémica en torno a los Acuerdos entre la Santa Sede y el Estado español. Y lo hace porque el PSOE así lo ha querido desde que se comprometiera, en el Congreso de Sevilla, a revisarlos y a poner en cintura a la Iglesia, un discurso que se le ha criticado desde distintos sectores, pues durante el tiempo que estuvo en el poder no hizo nada al respecto; más aún, amplió el acuerdo de cooperación económica.

En cualquier caso, el PSOE de Alfredo Pérez Rubalcaba no quiere esperar a alcanzar el Gobierno en futuras elecciones y se ha lanzado a intentar la modificación de los Acuerdos en el Parlamento. Así se decidió en la reunión de la Ejecutiva Federal del PSOE del pasado 1 de diciembre, donde Elena Valenciano, vicesecretaria general, avanzó la proposición no de ley que se presentaría al día siguiente en el Congreso de los Diputados. De ser rechazada, anunció Valenciano, la incluirán en su programa electoral de cara a las próximas elecciones generales.

En esta iniciativa, similar a otras que el Grupo Socialista en el Congreso había rechazado cuando sostenía al Gobierno, reclama la denuncia de los Acuerdos entre España y la Santa Sede, que se presente, en un plazo de seis meses, un proyecto de ley de Libertad Religiosa y de Conciencia en el que se recojan las normas comunes para todas las confesiones y se protejan los derechos de los no creyentes, y que se establezca un protocolo civil de obligado cumplimiento para todos los actos solemnes organizados por las autoridades del Estado en el que se garantice la aconfesionalidad de los mismos.

“No responden a la nueva realidad”

En la argumentación de la proposición, el Grupo Socialista expone que España ha evolucionado mucho en los últimos años tanto a nivel económico como en protección social, cultura, igualdad… y que también lo ha hecho en el ámbito de las creencias y convicciones, donde es mucho más diversa y plural.

En este sentido, cree que los Acuerdos “no responden a esta nueva realidad, pues suponen compromisos excepcionales del Estado con la Iglesia católica que se extienden más allá del ámbito propio de actuación con esta, con la consiguiente intrusión en la vida y las creencias de los no católicos y que, incluso, recogen compromisos que la realidad ha superado”.

Pero, además, denuncia que la Iglesia “ha obstaculizado la actividad normativa del Estado”, y cita, en concreto, la inclusión de la Religión en el currículo escolar, la regulación de las relaciones familiares o el régimen fiscal de determinados bienes.

“Desde esta legitimidad de comportamiento, ha llegado el momento de poner fin a un sistema de relaciones con la Iglesia que se basa en un instrumento jurídico de carácter general y que, al haber sido concluido antes de la promulgación de la Constitución, se ha convertido en un límite a la libre acción del sistema democrático, pues le impide servir en condiciones de igualdad a todos los ciudadanos y no permite desarrollar legalmente la libertad religiosa, sino que la condiciona. Ha llegado el momento de regular sobre otras bases las garantías que los ciudadanos de convicciones católicas requieren para el ejercicio de la libertad religiosa protegida por la Constitución y que la Iglesia católica solicita para actuar con libertad en nuestra sociedad”, se puede leer en el texto de la iniciativa.

El mismo día en que Valenciano anunciaba la iniciativa, el nuevo secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), José María Gil Tamayo, respondía en una larga entrevista en los micrófonos de Radio Nacional de España (RNE): “Me preocupa, con la cantidad de gente seria que hay en el PSOE, que este sea el principal problema. Creo que hay problemas y cuestiones que son más importantes y que quitan el sueño a la ciudadanía. No creo que los ciudadanos estén sin dormir por los Acuerdos”.

En el nº 2.874 de Vida Nueva.