Pedro Casaldàliga deja su diócesis tras ser amenazado de muerte

Organizaciones de la Iglesia y la sociedad brasileñas se solidarizan con él

Pedro Casaldàliga misionero español obispo emérito en Brasil

J. L. CELADA | Un total de 15 entidades y organizaciones sociales brasileñas (educativas, medioambientales, defensoras de los Derechos Humanos…), encabezadas por el Consejo Indigenista Misionero (CIMI) y la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT) –dependientes de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNNB)–, han difundido una nota solidarizándose con el obispo emérito de la Prelatura de São Félix do Araguaia, Pedro Casaldàliga, que se ha visto obligado a abandonar el lugar tras las amenazas de muerte recibidas en las últimas fechas.

El clima de violencia creciente en la zona y el posicionamiento del prelado claretiano, favorable a la devolución de las tierras indígenas de Marâiwatsèdè a la comunidad de los Xavante, han precipitado su marcha.

Con los más pobres

Desde su llegada a Brasil, en julio de 1968, “y, más concretamente, desde el momento en que fue consagrado obispo de la Prelatura de São Félix do Araguaia”, todo el ministerio pastoral de Casaldàliga, de 84 años de edad, “se guió siempre por la defensa de los intereses de los más pobres, de los pueblos indígenas, los posseiros [agricultores que ocupan pequeñas tierras para su cultivo] y los jornaleros”, recuerdan.

“Todo el mundo sabe que Don Pedro y la Prelatura –añaden– siempre apoyaron todas las ocupaciones de tierras por parte de los colonos sin tierra”, y cómo estas acciones fueron las que “permitieron la creación de la mayoría de los municipios”.

Según el mismo texto, a partir de los años 60, hacendados, comerciantes y políticos ocuparon el área reservada para los Xavante. Pero en 1993, el Gobierno declaró y delimitó el área como Tierra Indígena, decisión refrendada cinco años después por el presidente Fernando Henrique Cardoso.

Ahora bien, “lo que vemos es que, hoy como ayer, los pequeños ocupantes siguen siendo títeres en manos de los grandes y de los políticos, en un intento de arrebatar a los pueblos indígenas un derecho que les otorga la Constitución brasileña”, lamentan quienes salen en defensa del pastor amenazado.

Más sobre las notas de solidaridad con Casaldàliga, sobre el conflicto con las tierras y la decisión de la Justicia de devolverlas a los indígenas y los sufrimientos de la prelatura, en el artículo completo, solo para suscriptores.

Pedro Casaldàliga deja su diócesis tras ser amenazado de muerte [íntegro]

En el nº 2.828 de Vida Nueva

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