“Obiang utiliza a la Iglesia para blanquear sus pecados”

Fuentes internas explican a ‘Vida Nueva’ la situación eclesial en Guinea Ecuatorial

catedral de Malabo, Guinea

Teodoro Obiang; al fondo, la catedral de Malabo

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA | El pasado 13 de octubre se hizo pública la firma de un concordato entre la Santa Sede y Guinea Ecuatorial, antigua colonia española regida desde 1979, tras un golpe de Estado, por Teodoro Obiang. En este marco de excepción, el presidente se congratuló de que la ayuda eclesial sería muy positiva en su país, que, según él, está inmerso en un proceso de “pérdida de los valores morales”.

Teniendo en cuenta que más del 80% de la población guineana es católica, cabe preguntarse: ¿cuál es la posición eclesial ante el régimen de Obiang?

En la búsqueda de esta respuesta, Vida Nueva ha tenido acceso a una significativa fuente eclesial interna que, por motivos de seguridad, mantiene el anonimato. Esto le permite hablar con libertad… y mucha claridad: “La política en mi país necesita moral, pero no la de una dictadura que vende la imagen de un paraíso cuando todos los estamentos están corrompidos y ni los propios representantes del Estado creen en los valores que dicen defender”.

¿Y la Iglesia, cómo actúa ante esta situación? “Hay varios niveles. De un modo individual, algunos sacerdotes, religiosos y misioneros, sobre todo jóvenes, sí se atreven a denunciar las injusticias; y a un precio enorme, en algún caso, incluso con la propia vida. A un nivel superior, la Conferencia Episcopal, por miedo o indecisión, no hace nada significativo”.

En ese sentido, hay otro factor a tener en cuenta: “Ahora, con el petróleo, el Gobierno tiene mucho dinero. Un dinero, claro, que solo llega hasta los grupos ligados al régimen. En los últimos años, Obiang ha cambiado su estrategia con la Iglesia y se ha acercado a ella desde el pago con fondos públicos de templos, catedrales y demás edificios eclesiales. Muchos creen que utiliza a la Iglesia para blanquear sus pecados”.

Espías en las misas

En este contexto, el modo de ofrecer esperanza al pueblo sufriente es difícil: “Una posibilidad es a través de las homilías, pero ligándolas siempre a la Palabra de Dios. Hay que tener mucho cuidado, pues los espías acuden a las misas para controlar lo que se dice. Toda Guinea es una gran cárcel”.

“No es que los obispos estén a favor de Obiang, pero sí están atados por él. Han caído en su trampa, en su estrategia de acercarse a ellos desde las prebendas. Habría que dejar atrás los miedos. ¡Nuestro único compromiso es con el Evangelio!”.

Más información sobre las presiones a la Iglesia, la degradación de la convivencia en el país y el posicionamiento de la comunidad internacional, en el reportaje completo. “Obiang utiliza a la Iglesia para blanquear sus pecados”, íntegro solo para suscriptores

En el nº 2.822 de Vida Nueva.

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