Seis meses después de la JMJ, ¿sigue la Iglesia siendo noticia?

JMJ 2011 Madrid ambiente globo rojo

La Embajada de España ante la Santa Sede organizó una mesa redonda para analizarlo

Embajada española ante la Santa Sede - mesa redonda sobre la JMJ

Texto y fotos: DARÍO MENOR | Hace poco más de medio año, los jóvenes católicos daban una lección de civismo y de amor a la Iglesia en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) celebrada en Madrid. Seis meses después de aquel encuentro, la Embajada de España ante la Santa Sede se preguntó cuál es hoy el legado de la JMJ y si la Iglesia, que tantas informaciones protagonizó entonces, sigue siendo aún noticia.

En la mesa redonda convocada por la embajadora María Jesús Figa López-Palop el pasado 21 de febrero y presidida por el arzobispo italiano Claudio Maria Celli, presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, participaron Antonio Gallo, responsable de redes sociales de la JMJ; los vaticanistas Marco Ansaldo (La Repubblica) y Gian Guido Vecchi (Corriere della Sera); Enric Juliana, director adjunto de La Vanguardia; y Juan Rubio, director de Vida Nueva.

Secundando a Antonio Gallo, Celli dijo que la intención de este encuentro multitudinario era “mejorar la imagen que los jóvenes tienen de Jesús y de la misma Iglesia”, un objetivo que se logró con creces. “Fue un gran acontecimiento que consiguió ser noticia en todo el mundo. Era, además, un momento muy valioso para los comunicadores, presentado en una bandeja de plata”, afirmó el presidente del citado dicasterio vaticano.

Embajada española ante la Santa Sede - mesa redonda JMJ

Juan Rubio, Antonio Gallo y el arzobispo Claudio Maria Celli

Un antes y un después

Al analizar la JMJ desde el punto de vista de la comunicación, el director de esta revista dijo que fue “un caramelo en dulce” para cualquier periodista y que marca “un antes y un después” en la información religiosa.

Identificó Rubio tres maneras erradas de narrar la JMJ por parte de la prensa. “Cada cual la contó a su manera. Hubo quien lo hizo con un laicismo agresivo, buscando la aguja en un pajar y deteniéndose solo en lo negativo. Otros aprovecharon para cuestionar la fe y reabrir el debate sobre los temas polémicos de siempre, como el sacerdocio femenino y el celibato. Y luego estuvieron los que intentaron adoctrinar, llegando a una papolatría que hubiese molestado a Benedicto XVI”.

Los medios encuadrados en este último grupo dieron gran espacio a los movimientos eclesiásticos y silenciaron a las congregaciones religiosas, lamentó el periodista, para quien, pese a estas sombras, también hubo quien informó con respeto, haciendo noticias que se merecían un premio.

“Durante la JMJ, algunos medios
contaron lo que vieron y les dijeron.
Eso es lo que hay que hacer, informar sin adoctrinar,
estar al servicio de la verdad”.

Juan Rubio, director de ‘Vida Nueva’.

“Contaron lo que vieron y les dijeron. Eso es lo que hay que hacer, informar sin adoctrinar, estar al servicio de la verdad”, opinó Rubio. Esta verdad a la que se refirió fue ensalzada de forma revolucionaria por los jóvenes que participaron en la JMJ. “Vimos una revolución distinta, sin imágenes del Ché Guevara ni el Libro Rojo de Mao. Los muchachos, lo que llevaban, era el Youcat, el catecismo de los jóvenes. Los obispos estaban alucinando ante lo que estaba pasando y la ciudad de Madrid no podía esperarse una imagen tan propicia de cara a la candidatura a los Juegos Olímpicos”.jóvenes ambiente JMJ Madrid 2011

En opinión de Enric Juliana, quien coordinó la infomración de su periódico sobre la JMJ, la “percepción social y política” de las Jornadas indica que fueron “un éxito”. “La movilización de los jóvenes en Madrid fue extraordinaria desde todos los puntos de vista, no solo por la organización, que estuvo perfectamente planteada, sino también por la ejemplaridad y el comportamiento cívico de los muchachos de todo el mundo”.

El reto de comunicar

La mesa redonda organizada por la embajada de España ante la Santa Sede coincide con un momento difícil en el pontificado de Benedicto XVI debido al llamado “Vatileaks”, el escándalo por la aparición en la prensa de documentos confidenciales en los que quedan al descubierto peleas entre cardenales y supuestas irregularidades en el Gobierno y gestión económica de la Santa Sede.

Celli se preguntó sobre “dónde está hoy la noticia”, pensando en “lo que está pasando en nuestra casa”. Dijo que la Iglesia se enfrenta a tres riesgos en el mundo de la comunicación. El primero es el de la “información insignificante”. Los medios, en ocasiones, maximizan la cobertura de algunos hechos, ofreciendo gran visibilidad a estas noticias y olvidándose de otras que, sin embargo, sí son relevantes.

“En los últimos tiempos ha habido una mejora
en la actitud comunicativa de la Santa Sede.
Intentamos, dentro de lo posible,
establecer un diálogo abierto con la prensa”.

Arzobispo Claudio M. Celli.

El segundo peligro subrayado por el presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales es el de las representaciones “mutiladas”. “En ocasiones se informa de una parte tan reducida de un hecho que se puede caer en la desinformación o la deformación de la realidad”.

El último riesgo es el de la “instrumentalización”, en el que se cae cuando se presentan los hechos con una visión ligada a intereses específicos. “Teniendo en cuenta estos tres peligros, no me sorprende lo que estamos viendo estas últimas semanas”, reconoció Celli.

Celli valoró la actitud comunicativa de la Santa Sede asegurando que “en los últimos tiempos ha habido una mejora”. El mayor cambio consiste en que “no se intentan esconder” los hechos; se trata de “clarificarlos”. “Intentamos, dentro de lo posible, establecer un diálogo abierto con la prensa”.

En el nº 2.791 de Vida Nueva. ¿Qué queda de la JMJ? ¿Sigue la Iglesia siendo noticia?, íntegro para suscriptores

 

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