Pastoral Gitana, 25 años de grandes avances

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA | Tras cumplir el pasado curso 25 años, lo que han sido las XXVI Jornadas Nacionales de Pastoral Gitana (Pozuelo de Alarcón, Madrid, del 23 al 25 de septiembre), han hecho balance de esta realidad en el seno de la Iglesia y de la sociedad en general.

Y sus conclusiones otorgan un más que positivo resultado. Antonio Heredia, director del Departamento de Pastoral Gitana de la Conferencia Episcopal, lo reconoce así en conversación con Vida Nueva: “En los últimos cuarenta años ha cambiado mucho la situación del gitano, modificándose el propio perfil de este. Se han ido abandonando las chabolas, ha aumentado su inserción en las escuelas, la mujer es cada vez más independiente y es visible la presencia en muchos estamentos sociales”.

Esta optimista visión fue compartida por los 110 participantes en el encuentro, que congregó a delegados diocesanos, a religiosos y a gitanos implicados en esta pastoral. El panorama se completó con la participación de las cuatro personas que han dirigido en estos 25 años el Departamento de Pastoral Gitana: Alberto García, Pedro Puente, Guadalupe Romero y, el actual, Antonio Heredia, de etnia gitana.

Este último reconoce que, pese a los avances, “aún hay mucho camino por recorrer”. También en la Iglesia: “No se trata de hacer una Iglesia para gitanos, pues la Iglesia solo es una, y, como recordó recientemente el Papa, es nuestra casa. Pero es cierto que se ha de seguir trabajando para que algunas misas se puedan celebrar desde un sentir gitano, con guitarras y, por qué no, con cantos flamencos”.

Y es que, según Antonio Heredia, este es uno de los factores por los que cada vez más gitanos optan por el culto evangélico, que sí ha sabido adaptar sus celebraciones hacia un mayor tono festivo.

En el número 2.770 de Vida Nueva

Compartir