Jóvenes de todo el mundo y toda condición esperan ya ver al Papa
Texto y fotos: MIGUEL ÁNGEL MALAVIA | La JMJ tiene rostros. Cientos de miles de ellos. Tal y como están pudiendo comprobar los habitantes de Madrid, que ven (en reacciones que van desde la admiración, el asombro y, en los menos de los casos, en un cierto disgusto) cómo el metro, la calle y cualquier lugar “pisable” es tomado por una horda de jóvenes que no paran de sonreír con el nombre de Jesús en la boca. [Ir al Especial]
El paisaje de Madrid está cambiando por unos días. El Palacio de los Deportes, utilizado habitualmente para acontecimientos deportivos y otros eventos lúdicos, alberga durante toda esta semana, hasta el sábado, a los peregrinos de lengua inglesa, en una iniciativa que se ha venido a llamar ‘Love and life’.
Ayer por la mañana, después de un concierto de rock cristiano y una catequesis impartida por dos religiosas, una misa concelebrada por decenas de obispos era participada por miles de jóvenes que abarrotaban las gradas y la pista, no quedando ningún asiento vacío. Con una amplia mayoría de banderas canadienses, también las había británicas y estadounidenses.
Joaquín, Patricia, Ana y Alba, voluntarios
Pese a que casi todos los voluntarios allí son de habla inglesa, también había cuatro españoles: Joaquín, Patricia, Ana y Blanca. Todos ellos veinteañeros y llegados desde la Universidad de Navarra. En su primera JMJ, se muestran impresionados por la “respuesta enorme de la gente, y más pensando que todos están aquí por lo mismo”.
Hoy por la noche, el Palacio de los Deportes albergará el macrofestival para la Vida Religiosa ‘VEN+ID’, organizado por la Confederación Española de Religiosos (CONFER)
Voluntarios en el Retiro
Otro espacio madrileño completamente cambiado es el Parque del Retiro. Las casetas de abril para la Feria del Libro no tienen páginas de papel, sino religiosos de todas las órdenes, en la llamada Feria Vocacional. Lo mismo ocurre con los cientos de confesionarios de la Fiesta del Perdón.
María, de Valladolid
Junto a ellos, acapara la atención de todos la Cruz y el Icono de la JMJ, que han viajado a lo largo del último año por toda España. Marisa, toledana de 21 años y consagrada en las Cruzadas de Santa María, es una de las voluntarias encargadas de su custodia (todos quieren tocar el madero). De hecho, se considera una afortunada por esta misión, debido a su especial relación con ambos iconos: “Fui una de las que los recibió en Roma a su llegada de la JMJ en Sydney. Y este año pude llevarlos por las calles de Toledo. Es un privilegio estar hoy aquí…”.
“Este encuentro debe ir a lo fundamental”
El martes, en la eucaristía inaugural de Cibeles, también se pudieron ver muchos de los rostros de la JMJ. Emilio, sacerdote de Milán, ha venido al frente de 73 jóvenes de cuatro parroquias vecinas. Es ya un experto en las JMJ, habiendo sido su primera la de 1991, en Chestochova. Se muostraba “cansado, pero feliz”, porque este acontecimiento es “muy importante para que los jóvenes vean el sentido de la Iglesia, que es universal, para que encuentren una verdadera esperanza, que es la fundada en Cristo Jesús. Este no es un encuentro solo emocional, sino que ha de ir a lo fundamental, a lo verdadero, para formar un camino amplio en la fe y en la Iglesia”.
Orlando y Mateos, de Angola
‘Jóvenes’ de 70 años
Pero no todos son jóvenes. Los hay de espíritu, como María, pucelana de 67 años. Con una sonrisa radiante, está “muy alegre por ver a jóvenes así. Son preciosos. Por ellos merece la pena estar aquí”. Y por el Papa. A Juan Pablo II lo vio en 2003, también en Madrid. Y en 1982, “por la tele”, concluye sonriendo.
Y los hay que vienen de muy lejos. Orlando y Mateos enseñaban con mucho orgullo una bufanda de su país, Angola. Ambos destacaron la alegría vivida en la misa del martes, aunque les gustaría un mayor protagonismo de los fieles: “En África el rito es el mismo, pero la participación de la gente es mucho mayor”.
Tras estar una semana en Sevilla, esperaban la llegada del Papa a Madrid “para que esta fiesta sea aún mas grande”. Junto a ellos, 550 angoleños han venido a la capital española. Lo que es la JMJ, sus rostros, se ve en el corazón de Madrid…
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