Baja en un 12% el número de personas que solicitan ayuda laboral en sus centros
MIGUEL ÁNGEL MALAVIA | Pese a que la destrucción de empleo en España ha alcanzado límites hasta hace cuatro años insospechados –el número de parados roza los cinco millones, con una tasa superior al 20%; por los algo menos de dos millones de desempleados que se registraban en 2007–, el esfuerzo de algunos colectivos por ayudar a superar la crisis es más que destacable. Es el caso de Cáritas, que en 2010 consiguió generar 16.791 puestos de trabajo.
Tal y como señala la institución eclesial en su Memoria de Empleo correspondiente a 2010 (presentada en Madrid esta mañana), un total de 83.952 personas acudieron a sus centros solicitando atención para poder obtener trabajo. Un dato, paradójicamente, que supone un descenso de 11.742 personas en comparación con 2009; lo que supone una bajada del 12,27%, interrumpiendo una tendencia ascendente que se venía dando desde hace seis años. Un fenómeno para el que los responsables de Cáritas encuentran explicación: “La escasez de oportunidades laborales y la desmotivación que se produce en las personas tras meses e incluso años de infructuosa búsqueda”.
Sin embargo, pese a que disminuyan las personas que solicitan su ayuda en materia laboral, lo cierto es que los resultados con ellos continúan mejorando: los 16.791 empleos generados en 2010 superan a los 14.576 de 2009 y a los 12.000 de 2008.
Incremento de la inversión económica y humana
Una causa directa de esta tendencia creciente está en el incremento de la inversión, un año más, tanto desde el punto de vista económico como humano. Así, a lo largo del pasado año, Cáritas dedicó a este fin 33.071.210 euros, contado con la dedicación de 2.300 personas, entre voluntarios (1.683), profesionales y contratados. Además, la colaboración con 26 empresas y fundaciones ha sido muy útil, tanto por la posibilidad de acceder a un puesto de trabajo o acceder a prácticas laborales, como para desarrollar actividades formativas.
En este sentido, la apuesta de Cáritas por la formación ha sido de gran importancia, desarrollando un total de 723 acciones: 244 pretalleres, 250 cursos de formación y 259 talleres de corta duración. Un total de 11.652 personas participaron en tales actividades.
Análisis y propuestas
De un modo paralelo a la exposición de las cifras y sus actividades, Cáritas siempre incluye en sus documentos análisis y propuestas. En el caso de la Memoria de Empleo, su principal alerta, después de reconocer que el paro ha crecido “a un ritmo menor que en los dos años precedentes”, es que “se cronifican las situaciones personales y familiares de desempleo”, estancándose, por desmotivación, hasta la propia intención de buscar un trabajo.
En cuanto a las propuestas, la principal es “la reorganización de la actividad económica y la redistribución del trabajo”, en el sentido de “trabajar menos para trabajar todos”.
Para ello, solicitan “reorientar la actividad económica desde criterios más sostenibles y respetuosos con el entorno en sentido amplio (personas, pueblos, recursos naturales, entornos urbanos, etc.)”.
Los próximos esfuerzos, defienden, han de tener “como principal objetivo a las personas y sus necesidades, y hacerlo desde nuevas fórmulas empresariales (economía social, banca ética, autoempleo tutorizado, microfinanzas)”.
Mujeres, inmigrantes, jóvenes y poco formados
Además de recoger las acciones emprendidas y sus resultados, la Memoria de Empleo 2010 de Cáritas es muy útil para radiografiar el perfil de quienes suelen dirigirse a sus centros en busca de ayuda. En ese sentido, entre las 83.952 personas atendidas el pasado año, se extrae un esquema muy claro de los sectores más desfavorecidos: las mujeres (65,7%), los inmigrantes (69,8%, siendo la gran mayoría extracomunitarios) y los jóvenes (el 32,18% tienen entre 25-35 años; el 27,77% están entre los 36-45 años; teniendo el 23,9% más de 45 años).
Igualmente, se constata que las personas con menor formación académica tienen mucho más difícil acceder a un empleo. De los atendidos por Cáritas en materia laboral, el 76% de los hombres y el 69% de las mujeres apenas cuenta con un nivel de estudios básico (Primaria o nada).
En el nº 2.756 de Vida Nueva.
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