Guatemala recuerda a Gerardi y exige conocer la verdad

Acaban de cumplirse 11 años del asesinato del obispo auxiliar de la capital, pero sigue sin aclararse el suceso

eucaristia-por-gerardi(J. L. Celada) Once años después del asesinato del obispo auxiliar de Guatemala, Juan Gerardi Conedera, las heridas todavía permanecen abiertas en la Iglesia y en el pueblo guatemaltecos. Y es que “pareciera ser que el proceso y el juicio para determinar responsabilidades se ha caracterizado por entorpecer las investigaciones más que por conocer la verdad. La violencia no ha estado ausente; hubo muerte de testigos y la de un procesado”, recordó el cardenal Rodolfo Quezada Toruño.

Durante una Eucaristía celebrada el pasado 26 de abril en la catedral metropolitana de la capital para conmemorar el undécimo aniversario de la muerte, el arzobispo de Ciudad de Guatemala homenajeó a la figura de Gerardi, un “denodado promotor de la paz y de los derechos humanos y un pastor ejemplar de los más pobres y más necesitados” en Verapaz, Quiché y Guatemala. En ese mismo templo, precisamente, había presentado el fallecido su informe de Recuperación de la Memoria Histórica (REMHI), Guatemala: Nunca Más, dos días antes de ser asesinado. El documento recoge más de 54.000 casos de violaciones de los derechos humanos durante los 36 años de conflicto armado (1960-1996), la mayoría de ellos atribuidos al Ejército.

En su homilía, Quezada lamentó que, más de una década después, el asesinato de Juan Gerardi no haya sido del todo esclarecido, y aclaró que la búsqueda de la justicia no es ningún acto de revancha o venganza. “Tan sólo queremos conocer la verdad de este horrendo crimen para poder perdonar como el Señor nos lo manda”, subrayó el purpurado. Y añadió: “Siempre hemos dicho que necesitamos conocer la verdad para poder otorgar el perdón a los culpables, pero queremos saber a quiénes hay que perdonar y de qué hay que perdonarlos. Que lo oigan los todavía ocultos y cobardes autores del crimen; que lo sepan claramente, y quienes se esfuerzan por confundir a la opinión pública con vídeos y otras patrañas”.

La concurrida celebración puso el punto y final a las diferentes actividades organizadas por el arzobispado guatemalteco para recordar la vida, obra y mensaje de Juan Gerardi, cuyo asesinato el 26 de abril de 1998, en la cochera de la iglesia de San Sebastián de la capital, desencadenó un largo proceso que culminó el 7 de junio de 2001 con la condena a 20 años de prisión del coronel Byron Disrael Lima y de su hijo, el capitán Byron Lima, así como del sacerdote Mario Orantes, como coautores del crimen. Otro militar implicado, Obdulio Villanueva, fue asesinado y decapitado el 12 de febrero de 2003 durante un motín en la prisión donde estaba recluido. Mientras tanto, el director de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado, Nery Rodenas, ha desvelado que todavía sigue abierta la investigación contra otros 13 militares que presuntamente participaron en los hechos, pero que se desconocen los avances en este asunto.

En el nº 2.658 de Vida Nueva.

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