Una España sin adjetivos ni adverbios

Se publica el Atlas Cronológico, que resume 1.350.000 años de la Península Ibérica 

(Juan Carlos Rodríguez) Es una obra irrepetible. Única. Un “Atlas Cronológico” que ya se esbozó en 1735. Los “fastos” de la Real Academia de la Historia (RAH) proponían, ya entonces, la necesidad de crear una obra que desterrase “las ficciones de las fábulas, que lastimosamente han enmarañado nuestras Historias, ajustando los sucesos a la más exacta Chronología, y llenando de noticias Geographicas antiguas, y modernas, hasta aquí tan deseadas, y nunca bien escritas”. Eso es lo que la editorial SM y la propia Academia han logrado: resumir sin adjetivos y sin adverbios 14.000 hitos en 446 páginas a todo color, exactamente, 1.350.000 años de historia.

Es el tiempo que va desde la primera entrada del Atlas Cronológico -el llamado “Hombre de Orce” (Granada) hallado en niveles del Pleistoceno en Venta Micena (Orce, Granada) parece ser el más antiguo resto de homínido hasta ahora encontrado en la Península Ibérica- hasta la última, las elecciones del 9-M de 2008: “José Luis Rodríguez Zapatero gana las elecciones con 169 diputados y a siete escaños de la mayoría absoluta. El PSOE consigue cinco diputados más que hace cuatro años. El PP sube también cinco y obtiene 154″. Gonzalo Anes, director de la Real Academia de la Historia, está más que contento: “Nos ha dejado a todos satisfechos pensando que se trata de una obra muy útil que nos va a servir a todos, tanto a los investigadores y especialistas como al gran público, vaciado de contenido ideológico y como un conjunto vertebrador y válido para los españoles”

Versión digital

Las 14.000 entradas -17.000 en Internet- dan para mucho. La versión digital permite cruzar búsquedas por fecha, período, tema, personaje y localización, imposible en la edición en papel. Una muestra: sopesar la importancia de la Iglesia católica en la Historia de España, con búsquedas como “concordato” o “concilio”. Si escribimos “Iglesia” aparece la entrada más antigua de la presencia de la Iglesia en la Península Ibérica, relativa al año 254: “Cipriano, obispo de Cartago, dirige una carta a los fieles cristianos de la diócesis de León-Astorga (Cipriano, Cartas, 67), aprobando la destitución del obispo Basílices a causa de su apostasía durante la persecución de Trajano Decio (249-251). La carta 67 de Cipriano es el primer documento sobre la Iglesia en Hispania”. Armando Fernández, director editorial de la obra, destaca cómo las referencias relativas a la Iglesia en España permiten trazar “una Historia de la Iglesia católica en España o, por lo menos, nos da los puntos de referencia de cómo hacerla, aunque después haya que ir a los documentos”. La herramienta permite posibilidades desconocidas para los historiadores, pero también a alumnos, profesores o periodistas. “Es una gran referencia normativa que debe estar  en todos los centros educativos y bibliotecas”, señala. Y, como Anes, recuerda, “atento a la crítica, la rectificación y, sobre todo, la actualización”. La versión digital, además de atesorar 3.000 hitos más, incorporará el resto del año 2008. Y en adelante. “El Oscar a Penélope Cruz deberá estar”, según Fernández.

Un texto útil e imprescindible para comprobar fechas y lugares. Anes insiste: “Como se ha cuidado de que el texto que acompaña a cada fecha sea escueto y sin adjetivos, los lectores podrán tener noticia de lo acontecido, sin la subjetividad que impregna nuestras publicaciones sobre el pasado, aunque nos esforcemos en ser objetivos, y escribir sin valorar nuestras preferencias, expresas o tácitas”. Una obra normativa y de referencia, cuya presentación presidió la Reina. Fernández la describe como “rigurosa, objetiva y didáctica”. Porque, entre otros usos, es un instrumento contra la “utilización parcial de la Historia”. El Atlas, que tiene precedentes en Reino Unido y Alemania, cubrirá “una laguna enorme en la enseñanza”, afirma el director editorial, ante la tendencia a “privar al alumno de hechos que suceden más allá de la frontera de la comunidad autónoma”. Los hechos son, ya, irrefutables. “Es un instrumento de libertad, porque no tenemos que conformarnos con ninguna selección o parte de la Historia, podemos acceder al todo”. 

Ese todo es el resultado de una ambiciosa labor de investigación histórica en la que han participado más de 120 personas, incluido el conjunto de los académicos. “Teníamos una selección inicial de 60.000 hitos, entre trascendentes, importantes y anecdóticos. Una vez que depuramos estos últimos, nos quedaron esos 17.000 cuidadosamente comprobados”, explica el responsable de SM. “El siguiente reto fue redactarlos”. La elección estaba clara: sencillos, directos y didácticos. Sin adjetivos, sin valoraciones, escuetos, tan sólo con breves apuntes descriptivos de apenas 35 palabras. Anes explica cómo la ausencia de adjetivos y de adverbios fue una consecuencia de su devoción por Ramón Carande. “Él, que tenía grandes cualidades literarias, se quejaba de que siempre le costaba pasar a limpio sus libros y encontrar sustantivos que califiquen”. Así que desde la RAH lo tenían claro, cuando hace poco más de dos años el proyecto comenzó a ser más que una realidad. “Detrás de cada hito hay un gran trabajo de reflexión, cada palabra ha estado muy pensada”, apunta Fernández, quien elogia la “economía semántica” de los académicos: “Si las cosas se pueden explicar de manera sencilla, que no digo simple, no hay razones para complicarlas”. Ha sido “un trabajo apasionante” y “valiente”. Sobre todo, Fernández está satisfecho con la amplitud de la cronología: “Creo que, hasta ahora, habíamos limitado la Historia a unos pocos siglos, cuando es evidente que es mucho más amplia”. 1.352.000 años, exactamente. Recientemente, el también gerente del área de Consulta de SM, destaca la integración de la Historia Medieval -la “gran desconocida”-, la redacción de los hitos sobre la conquista y emancipación de las colonias americanas (han participado académicos de El Salvador, Colombia, Perú, Argentina, México y Chile) y las entradas relativas al siglo XX: “Sabíamos que iban a ser muy delicadas, sobre todo a partir de los 70, pero estamos muy satisfechos con el resultado”. 

Incluso, según Fernández, se han rectificado “fechas, definiciones y conceptos”. Por ejemplo, se elimina de la cronología la expresión “Armada invencible” -que se tacha como un invento inglés- o se modifica la ubicación de la batalla del Guadalete. Destaca la aportación de 1.300 mapas, gráficos y fotografías, que además de la versión en papel, también están disponibles en www.atlasache.es, a la que pueden acceder, de momento, tan sólo quienes adquieran la obra en formato libro. Las referencias onomásticas alcanzan los 5.085 personajes, un adelanto de lo que será otra de las magnas obras de la RAH, el Diccionario Biográfico, con 50 volúmenes de 800 páginas cada uno, que comenzará a publicarse en breve. De momento, Gonzalo Anes y Javier Cortés, director general del Grupo SM, están orgullosos de una obra absolutamente pionera. “Es la primera vez que la Academia realiza una obra de alta divulgación, la primera vez que nosotros editamos algo así, la primera obra digital que afrontamos”, señala Fernández. Por fin.

En el nº 2.650 de Vida Nueva.

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