Llamada a los jóvenes a ser fermento de amor en la sociedad

Más de 4.000 personas participan en la clausura de la Misión Joven de la Archidiócesis de Madrid

(M. De Miguel) “Seguid siempre siendo misioneros y, en el duro y no siempre fácil trabajo de la evangelización, acudid al Corazón de Cristo para descansar en Él y gozar de su consuelo”. Con estas palabras, el obispo de Getafe, Joaquín Mª López de Andújar, dio la bienvenida a los cerca de 4.000 jóvenes que el pasado día 6 participaron en la clausura de la Misión Joven de la Archidiócesis de Madrid, iniciada hace casi tres años.

La celebración, presidida por el cardenal arzobispo de Madrid y los prelados de las diócesis hermanas, así como sus auxiliares, tuvo como lugar central el Cerro de los Ángeles, en la localidad madrileña de Getafe, hasta el que se llegó con una peregrinación iniciada en Perales del Río, donde Jesús Esteban Catalá Ibáñez, prelado de Alcalá de Henares, subrayó que “apartarse del camino de Dios lleva a la destrucción y la muerte”.

Una vez en la base del cerro, el obispo auxiliar de Getafe, Rafael Zornoza, les animó a ascender el monte, “que es hoy la morada de la Misericordia, el lugar del corazón de Jesús“, tras lo que impartió la bendición sobre las cruces que repartió entre la multitud.

En la explanada, a los pies de la imagen del Sagrado Corazón, les esperaba el obispo de Getafe, quien en su saludo propuso a los jóvenes que el corazón de Cristo sea la roca firme sobre la que poder construir la vida. “Y así, vuestra vida, edificada sobre la roca, que es Cristo, siempre se mantendrá firme y segura y, pase lo que pase, nunca se vendrá abajo, conservará la esperanza y la alegría y será, en medio del mundo, luz que llene la oscuridad de muchas vidas”.

El obispo también incitó a que “los frutos de la Misión Joven se hagan fecundos, el amor de las familias crezca, y todos seamos fermento de amor y esperanza entre los hombres”.

Tras la procesión con la Virgen de la Almudena, patrona de Madrid, dio comienzo la eucaristía, oficiada por el arzobispo de Madrid y Presidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio María Rouco Varela. En su homilía, el cardenal repasó la historia del Cerro de los Ángeles, su construcción, la consagración de España al Sagrado Corazón en 1919, y el martirio de jóvenes católicos en la guerra. “Vuestra vida tiene futuro, vuestros problemas solución, el futuro puede ser de gozo y gloria, pase lo que pase”, animó Rouco Varela a los participantes.

Terminada la eucaristía, se llevó a cabo la consagración al Sagrado Corazón de Jesús de todos los presentes. El espectáculo Ichthys, organizado por la Comisión de arte y fe de la Delegación de Juventud de Getafe, y una vigilia de oración cerraron esta iniciativa que pretende servir para preparar el terreno para la Jornada Mundial de la Juventud de 2010, que el cardenal ha solicitado que se celebre en Madrid, y cuya sede podría anunciar el Papa este verano en Sydney.

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