Es el programa con más solera de Televisión Española, solo por detrás de ‘El Día del Señor’ y de ‘Informe Semanal’. ‘Pueblo de Dios’ ha cumplido 40 años en la pantalla, relatando en primera persona la entrega de la Iglesia dentro y fuera de nuestras fronteras, desde el ser y hacer de Cáritas a la labor de los miles de misioneros españoles repartidos por los cinco continentes.
- PODCAST: La polarización en la Iglesia
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Por este motivo, esta mañana se ha celebrado en Prado del Rey un acto en el que han participado, entre otros el consejero de Administración de RTVE, Ramón Colom Esmatges; el secretario general de la Conferencia Episcopal Española, César García Magán; el que fue director del programa durante más de dos décadas Julián del Olmo; el actual director, Antonio Montero, y el director de La 2, Samuel Martín Mateos.
Un servicio explícito
Fue el 25 de octubre de 1982, cuando se estrenó ‘Pueblo de Dios’ con un reportaje sobre el beato Maximiliano Kolbe que llevaba por título ‘El preso 16.670’. Hoy, este espacio religioso, que se emite todos los domingos a las 11:30 horas en La 2, acumula ya unos 2.000 programas.
Para García Magán, “‘Pueblo de Dios’ ha llevado a cabo un servicio explícito de anuncio del Evangelio, con una presencia que no es solo una contribución a la Iglesia, sino al bien común, poniendo corazón y ternura”. En esta misma línea, el secretario general de los obispos planteó que el programa ha mostrado a “miles de protagonistas de historias ordinarias que son extraordinarias: la vida de una comunidad religiosa, de un sacerdote, de una familia…”.
Cada plano y cada guión
“El balance de estas cuatro décadas no puede ser más positivo por haber tratado tantos temas con profundidad y delicadeza, porque las cosas no se hacen solas, sino que han sido posible a centenares de profesionales que han hecho posible cada plano y cada guión”, elogió al equipo como agradecimiento de la Iglesia española. A la par, agradeció a Televisión Española su apuesta por este espacio que “responde a su vocación de servicio público, de ser la televisión de todos los españoles”.
A partir de ahí, el también obispo auxiliar de Toledo animó a los presentes en el acto a contribuir a rebajar la polarización y tensión del contexto actual. “Cada uno en su pequeño o gran círculo de influencia puede ser factor de diálogo y comunión para sostener una democracia sólida, fundamentada, en paz, en libertad y abierta, en pluralidad de su ideología o sus convicciones religiosas”. “No tiremos alegremente esto por la ventana ni lo dilapidemos alegremente, porque le costó a muchas generaciones hacerlo realidad”, apostilló.
Cultura religiosa
Por su parte, Colom puso en valor del programa su capacidad en estos años para “actualizar el mensaje de la Iglesia y del Evangelio”. “Tendríamos que conseguir que la gente no lo etiquetase como un programa de curas, para que se den cuentan de es un programa sobre la cultura religiosa. Se puede ser religioso sin ir a la Iglesia y se puede estar interesado en el hecho religioso sin necesidad de ser católicos”, planteó. “Si repasásemos del primer programa hasta hoy, podríamos comprobar cómo han ido evolucionando los sentimientos religiosos de la sociedad”, añadió el consejero.
Julián del Olmo incidió en que “hemos vivido tanto en esta casa, desde la señora de la limpieza hasta la alta dirección, pasando por redactores y realizadores, que sin toda esta buena gente ‘Pueblo de Dios’ no habría sido posible”.
Antonio Montero subrayó el papel de ‘Pueblo de Dios’ en ejercer de “corredor de esperanza” y “crear puentes de diálogo, de entendimiento sin mirar de dónde eres o a que religión perteneces”, que para él se convierte en “el mejor servicio público que podemos hacer a toda la sociedad”.
