Omella, a los jóvenes españoles en la JMJ: “Que Lisboa sea el trampolín para los evangelizadores de Europa”

El presidente de la Conferencia Episcopal Española preside una misa con 40.000 peregrinos en Estoril como antesala del macroencuentro de Lisboa

“¿Qué buscáis?, ¿qué esperáis de estos días?”. Es la pregunta con la que arrancó esta tarde su homilía el cardenal Juan José Omella, presidente del Episcopado español. Así se expresaba el arzobispo de Barcelona esta tarde, durante la multitudinaria misa que presidió en los jardines del casino de Estoril. Ante el altar se encontraban 40.000 de los 80.000 peregrinos españoles inscritos en la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa. El purpurado presidió la misa vespertina en la que concelebraron 64 obispos y más de 900 sacerdotes. A ellos se unió el neocardenal, obispo auxiliar de Lisboa y coordinador de la JMJ, Américo Aguiar, así como el alcalde de Cascais-Estoril, Carlos Carreiras.



Aunque el macroevento arranca oficialmente mañana con una eucaristía en la capital lusa, la Iglesia de nuestro país quiso celebrar hoy un encuentro nacional de unas siete horas de duración. Además de la eucaristía, incluye también un festival de música en el que participan, entre otros, Grilex, La Voz del Desierto, Migueli… Junto a ellos, se subió al escenario el artista Nacho Cano con parte del elenco de ‘Malinche’, el musical basado en la evangelización de América que ha triunfado en su primera temporada en nuestro país.

Dejaros encontrar

“Es verdad que buscáis ver al Papa, encontraros con jóvenes de todo el mundo, pero si somos sinceros hay que decir que, en realidad, buscáis encontrar a Dios, mejor dejaros encontrar por Él”, expuso Omella con los jóvenes en una homilía en la que les invitó a edificar su vida desde “la fuente de la felicidad que es Dios”. Echando mano de la conversión de san Ignacio de Loyola, cuya fiesta se celebró ayer, recordó que el fundador de los jesuitas “sintió y descubrió que para encontrar a Dios, para dejarse encontrar por Él, tenía que despojarse del hombre viejo, del hombre pecador y empezar una nueva vida”.

El cardenal animó a los peregrinos a lanzarse a “mostrar el rostro, la persona, el mensaje de Jesús, el Hijo de Dios, verdad, camino y vida para los hombres y mujeres de todos los tiempos”. Para ello, encargó a los jóvenes que anuncien esta Buena Noticia “con palabras y con obras”, pero, “especialmente con las obras de caridad, de entrega a los más pobres y necesitados”. “El Señor sigue llamando, hay que estar atentos. Tenemos que descubrir cada uno nuestra propia vocación y seremos felices”, subrayó. A continuación, expresó un deseo a los jóvenes presentes: “Que Lisboa sea el trampolín para los evangelizadores de Europa”.

Durante la homilía, Omella bromeó con su brazo vendado, fruto de una caída que tuvo durante su estancia en Roma hace unas semanas. “No he reñido con ningún obispo ni nos llevamos mal, aunque algunos nos quieran dividir, vivimos en comunión”, añadió. De la misma manera, reivindicó el proceso sinodal emprendido por el Papa Francisco, centrando en “la participación, la comunión y la misión” para “evangelizar el mundo de hoy con la valentía de los misioneros”.

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