Iglesia de Latinoamérica dice también al unísono: “Gracias, Francisco”

Vida religiosa, escuelas católicas y pastorales de movilidad humana rinden homenaje a quien en vida fuera su protector y mayor animador

Papa Francisco

Sentimientos encontrados, pero sobre todo gratitud hacia el legado que deja Francisco tras su pontificado de 12 años. En ello coinciden entidades eclesiales de Latinoamérica al decir al unísono un efusivo: “Gracias”.



La Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR), instancia que agrupa a más de 150 mil religiosos, ha calificado a Bergoglio como “el hermano en todas las horas”.

Por eso, la vida religiosa del Continente “agradece la existencia bondadosa y profética de Francisco, el Papa que nos puso la mirada en Jesús y nos condujo a una Iglesia sinodal y misionera”.

El Papa argentino fue referente de cercanía, humildad y ternura, para religiosos y religiosas, que los invitó a despojarse del mundanismo espiritual y salir al encuentro, fieles al estilo de Jesús.

Directiva CLAR

Presidencia de la CLAR reunida con el Papa. Foto: CLAR

Comprometido con la educación

Por su parte, la Confederación Interamericana de Educación Católica (CIEC) aseguró que Francisco fue un pastor que marcó la historia, aunque su partida deja un inmenso vacío en el corazón de la Iglesia, también deja una huella imborrable de amor, humildad y compromiso con los más frágiles.

Describen al Pontífice fallecido como hombre cercano, de mirada compasiva que impulsó “una educación integral y al servicio del bien común” como lo hizo a través del Pacto Educativo Global.

“Nos enseñó que educar es un acto de esperanza, que formar corazones es tan importante como formar mentes, y que la escuela católica debe ser un faro de humanidad en medio de un mundo que cambia”, apuntaron.

CIEC

Oscar Pérez, secretario general de la CIEC, y el Papa Francisco. Foto: CIEC

El Papa de los migrantes

El fiel servidor. Describió el cardenal Álvaro Ramazzini, obispo emérito de Huehuetenango (Guatemala), a su colega, hermano obispo, Francisco, en nombre de la Red Clamor, instancia que atiende a migrantes, refugiados y víctimas de trata.

No podía menos el Sumo Pontífice de los migrantes, quien con el ejemplo y testimonio de vida fue un constructor de puentes desde el primer día de su pontificado, por eso fue “un heraldo del Evangelio, un anunciador no solo con enseñanzas, sino también con su ejemplo, con su cariño y con su cercanía”.

Destacó que su magisterio estuvo marcado por una reforma eclesial con “olor a oveja”, como él mismo propuso.

“Fue un Papa que marcó un antes y un después, denunció las injusticias estructurales, se enfrentó al poder financiero y defendió sin descanso a los pobres, migrantes, niños y la Casa Común”, detalló Ramazzini.

Recordó que en 2017, el Papa respaldó y alentó la creación de la Red Clamor, desde entonces hombres y mujeres de Iglesia recogen en su labor “la voz de miles de desplazados, excluidos y víctimas de violencia”.

Cardenal Álvaro Ramazzini

Cardenal Álvaro Ramazzini, presidente de la Red Clamor. Foto: Celam

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