La ex abadesa de Belorado, sin “capacidad legal” para vender los lingotes de oro del convento

  • La Policía Nacional ordena retener en la tienda las piezas hasta que “se acredite” si es la auténtica propietaria de los bienes
  • El Arzobispado de Burgos niega que pueda “realizar operaciones económicas en nombre de los monasterios de Belorado y Derio”

La ex abadesa de Belorado, Isabel de la Trinidad

Laura García de Viedma carece de capacidad legal para realizar operaciones económicas en nombre de los Monasterios de Belorado y Derio”. Con esta determinación se muestra el Arzobispado de Burgos en un comunicado después de que ayer trascendiera que la ex abadesa de Belorado, sor Isabel de la Trinidad, hubiera vendido 1,7 kilos de oro en lingotes por un valor de 130.000 euros a un establecimiento especializado. A priori, esta operación, debido a su excepcionalidad, estaría siendo investigada por la Policía Nacional dentro de sus protocolos para constatar que no se trata de una operación de blanqueo de capitales o que los bienes no proceden de un robo o del mercado negro.



En este caso, se añadiría un elemento más. Dicho de manera coloquial: uno no puede vender lo que no es suyo.  Eso es precisamente lo que expresa la Comisión Gestora responsable de administrar las entidades jurídicas canónicas de Belorado y Derio en su comunicado. La Archidiócesis confirma que la Policía investiga a García de Viedma que dice haber actuado “como administradora de los bienes del Monasterio” para llevar a cabo la venta. Pero además, el oficio policial expuesto por la Archidiócesis insta a la tienda a que “se abstenga de realizar cualquier actuación con los bienes adquiridos hasta que se acredite el legítimo dominio de esta persona sobre los objetos señalados”.

Sin autoridad

A la par, el Arzobispado de Burgos aclara una vez más que solo el comisario pontificio designado por Roma, esto es, el arzobispo Mario Iceta es el único representante legal y administrador de todos los bienes de los conventos de esta comunidad. Así pues, remarca que la ex abadesa no es dueña de los lingotes, sino que las propietarias son las entidades jurídicas canónicas Monasterio de Belorado y Monasterio de Derio, sobre las que hoy por hoy ella no tiene ninguna autoridad desde el momento en que se ratificó el cisma y dejó de ser católica, monja y superiora del convento a ojos de la Santa Sede, pero también de la Administración Pública, aunque ella se presente como máxima responsable del monasterio.

Monjas clarisas del convento de Belorado (Burgos)

Monjas clarisas del convento de Belorado (Burgos)

Así, la Archidiócesis rebate al abogado de las clarisas cismáticas, Florentino Aláez, que ayer afirmó que la entidad religiosa Monasterio de de Santa Clara de Belorado ha sido “transformada en asociación”. “No es cierto”, aseveran desde la Comisión Gestora, que va más allá: “El Ministerio del Interior ha denegado su inscripción, y por eso carecen de capacidad legal para realizar ninguna operación económica”.

¿Dónde está el dinero?

De la misma manera, se pide investigar quién es el titular de la cuenta corriente en la que ha sido ingresado el importe de la venta del oro, en tanto que no se han recogido en ninguna cuenta de las entidades jurídicas monásticas legalmente reconocidas e intervenidas por la Comisión Gestora.

La Archidiócesis desvela además que cuentan con siete facturas de compraventa de oro en julio y agosto de 2020 por un valor que superan los 250.000 euros (195.686, de Belorado y 56.480, de Derio) y ratifican que fueron “adquiridas legalmente y pertenecen a las entidades jurídicas canónicas”.

Lo cierto es que el negocio llevado a cabo por la ex abadesa para ingresar 130.000 euros tiene lugar en medio de una constante campaña para denunciar la, según las ex consagradas, la “asfixia” económica que padecen y justo cuando los Servicios Sociales han certificado su vulnerabilidad como parte de la demanda de desahucio para que abandonen el monasterio.

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