La comisión gestora del monasterio de Belorado ha denunciado un presunto fraude por parte de la comunidad por el que las religiosas habrían estado cobrando la pensión de una monja fallecida en 2022, según recoge Diario de Burgos.
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El caso se suma a las controversias que han rodeado al convento de Santa Clara desde el cisma en la Iglesia, que convirtió a las religiosas en protagonistas de un escándalo mediático desde el 13 de mayo de 2024.
Según las investigaciones iniciales que relata el diario burgalés, la pensión seguía ingresándose en una cuenta administrada actualmente por la comisión gestora, tras el nombramiento del arzobispo de Burgos como comisario pontificio por el Vaticano.
La religiosa fallecida, una nonagenaria procedente del monasterio de Derio, no fue dada de baja en los registros de la Seguridad Social, lo que permitió que su subsidio siguiera ingresándose. Las exclarisas, lideradas por la exabadesa sor Isabel de la Trinidad y ahora excomulgadas, no habrían notificado el deceso a las autoridades, lo que plantea dudas sobre la intencionalidad del error.
El ingreso mensual llamó la atención de la comisión gestora al revisar las cuentas, dado que el DNI asociado no correspondía a ninguna de las religiosas actuales. Inicialmente, se especuló que podría tratarse de una donación de un benefactor, ya que la cantidad no era elevada.
Investigación y requerimientos
La situación financiera del convento se ha complicado desde la intervención de la comisión gestora. Proveedores reclaman facturas atrasadas, bancos exigen el cumplimiento de préstamos, y la Agencia Tributaria ha emitido requerimientos. Además, las gestoras han tenido que lidiar con la falta de documentos y la resistencia de la antigua responsable económica a colaborar en la entrega de información. La Archidiócesis manifestó en julio que desconoce el estado de las obligaciones laborales, fiscales y tributarias de la comunidad.
El Instituto Nacional de la Seguridad Social abrirá una investigación, con la documentación facilitada por la Archidiócesis de Burgos, para esclarecer si hubo dolo por parte de las exclarisas al no informar del fallecimiento de su compañera. Mientras tanto, la comisión gestora continúa revisando las cuentas para identificar posibles irregularidades adicionales en la gestión económica del monasterio.