Miki Nadal: “Doné el premio a las guanelianas porque se dedican a la plena inclusión”

El cómico aragonés Miki Nadal

Después de semanas de batallas entre fogones ya tenemos ganador, o mejor dicho ganadores, de la sexta edición de ‘MasterChef Celebrity’: Juanma Castaño y Miki Nadal comparten premio y honores tras una final apasionante. Hablamos con el cómico para saber cómo ha sido el concurso y conocer más sobre el porqué de las destinatarias de su premio.



PREGUNTA.- ¡Felicidades, Miki! ¿Contento?

RESPUESTA.- Pues sí, muchas gracias. Estoy contento y liberado, no te lo niego.

P.- Bien callado lo tenía…

R.- El secreto me quemaba. Piensa que se grabó en verano y fue muy divertida la experiencia de saber el resultado que todos te preguntan, escuchar especulaciones y callarte como un muerto (risas).

P.- ¿Cuándo empezó a ver que tenía posibilidades?

R.- Eso va por etapas. Al principio solo pretendes que no te echen el primero. Luego vas aguantando… y cuando me echaron por un pequeño error para luego repescarme, vi las cosas mejor. Pero cuando ya quedaban dos o tres programas, casi lo rozas con las yemas de los dedos. (…)

P.- Ha donado su premio a la Casa Santa Teresa, de las guanelianas… ¿por qué?

Un proyecto interesantísimo

R.- La Congregación de las Hijas de Santa María de la Providencia se dedican a la plena inclusión y me parece un proyecto interesantísimo. Estuve colaborando un tiempo con ellas y me pareció un grupo de religiosas y de laicos que hacía una grandísima labor. Sabedor de sus necesidades, decidí donarles el premio a ellas, porque quería que fuera a un sitio pequeño para que no se diluyera en una gran ONG.

P.- ¿Sigue en contacto con ellas?

R.- Si puedo, seguiré teniendo trato, por supuesto. Hemos estado hablando estos días y seguiré pasándome de vez en cuando, cuando el trabajo me lo permita, porque hacen una gran labor.

P.- ¿Es un hombre con algún tipo de creencia?

R.- No soy ni creyente, ni ateo, ni agnóstico. Fui muy creyente hasta los 20 años o así. Pero la vida me llevó por otros derroteros. En este momento de mi vida procuro no planteármelo demasiado. Un creyente o un ateo tiene que tomar decisiones y no es, ese, mi momento vital. Pero supongo que tarde o temprano tenemos que llegar a algún puerto. (…)

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