30 años después el cardenal Pietro Parolin observa un México con los mismos flagelos

  • El secretario de Estado de la Santa Sede vivió en México de 1988 a 1991, previo al restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre México y la Santa Sede
  • A la desigualdad social, la pobreza y la violencia por el crimen organizado, ahora se suma un México polarizado, dice

Pietro Parolin en México

El cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado Vaticano, presidió la misa dominical en la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México, donde aseguró que ve un México “que tiene necesidad de reconciliarse consigo mismo, de reencontrarse como hermanos, de perdonarse mutuamente, de unirse como sociedad superando la polarización”.



Pietro Parolin fue clave en el reconocimiento jurídico de la Iglesia católica en 1992, por parte del Estado Mexicano. Vivió en México de 1989 a 1991 en delegación apostólica encabezada por el primer nuncio en México, Girolamo Prigione.

Posteriormente Parolin visitó en tres ocasiones esta nación en el 2012, como enviado especial de la Santa Sede a la toma de posesión del entonces presidente Enrique Peña Nieto; en 2014, cuando participó en un foro sobre migración organizado por el gobierno mexicano, y en 2016, durante la visita del papa Francisco.

Los mismos flagelos

En su homilía, a los pies de la Virgen de Guadalupe, el Secretario de Estado Vaticano lamentó que al igual muchos otros países latinoamericanos, México siga sufriendo, desde hace muchos años, la desigualdad social, la pobreza, la violencia del crimen organizado, la división por causas políticas, sociales y hasta religiosas.

Consideró fundamental que México aprenda a mirar su historia “para no olvidar la gran riqueza de sus raíces y la herencia recibida en los valores que han forjado su identidad a lo largo de muchas generaciones”.

Como creyentes –dijo- “reconocemos que el encuentro con Jesucristo ha sido y continúa siendo el don más valioso y trascendente para los pueblos y las culturas de esta nación y del continente americano. Para abrir mejores caminos hacia el futuro, un futuro de reconciliación y de armonía, tenemos que consolidar y profundizar nuestra fe en Jesucristo”.

Por una Iglesia sinodal

El Secretario de Estado de la Santa Sede agradeció a los obispos mexicanos por el esfuerzo que ya están cumpliendo en la promoción de un verdadero espíritu sinodal, tanto a nivel diocesano como a nivel de Conferencia Episcopal.

En este sentido, pidió rezar por el Papa, “como él siempre lo pide a los fieles, a la vez que escuchamos su llamada a vivir un tiempo de gracia en toda la Iglesia, preparando y realizando el próximo Sínodo de los Obispos sobre el tema: Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”.

Recordó que su última visita a México fue en 2016 cuando acompañó al Santo Padre Francisco: “Hoy les traigo su cariñoso saludo y su bendición apostólica. De esa visita recordamos el largo tiempo que el Papa transcurrió en oración silenciosa ante la imagen de la Virgen, un diálogo intenso del hijo con su madre, de un hijo que ha sido llamado a ser padre y pastor, y por esto tiene particular necesidad del sostén y la intercesión de Aquella a quien proclamamos como Madre de la Iglesia y Reina de los Apóstoles”.

Una Iglesia que renueve su fe

Parolin también se refirió al tema de la pandemia: “Esta nueva realidad, que ha azotado al mundo entero, nos ha hecho sentir nuestra fragilidad humana, paralizando nuestras actividades, afectando nuestra salud y llenando de luto a muchas familias, ante la aparente ausencia de Dios”.

En medio de tantas pruebas –señaló- la Iglesia, “como familia de familias, ha tratado de estar cerca, de acompañar, de orar, de interceder por tantas personas heridas no solo en su cuerpo sino también profundamente en su espíritu. También hoy nuestra súplica ha llegado a los oídos de Dios como un grito casi desafiante: Señor, ¿dónde estás?”.

Aseguró que en medio de la adversidad el Señor nos ha hecho sentir nuevamente su presencia a través de la generosidad y el servicio de tantas buenas personas, “que nos han asistido espiritual y físicamente, personas dedicadas que han sabido compartir, que nos han acompañado con la oración.”.

Finalmente, llamó a los fieles a pedir a Santa María de Guadalupe, “Nuestra Madre, que ha venido a nuestro encuentro en el Tepeyac para congregarnos como hermanos alrededor de Jesús, que la Iglesia, que peregrina en México y en todo el mundo, renueve su fe y logre dar el buen testimonio de Cristo, manifestando su amor misericordioso para todos los hombres”.

En esta ocasión, el principal objetivo de Parolin fue la ordenación episcopal del mexicano Fermín Sosa –el pasado 19 de junio–, quien en breve asumirá el cargo de nuncio apostólico en Papúa Nueva Guinea; sin embargo, su agenda contempla este lunes una reunión con el presidente Andrés Manuel López Obrador, posteriormente otra reunión con la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y por la tarde la celebración del Día del Papa en la Nunciatura Apostólica. Por la noche regresará a Roma, Italia.

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