Los obispos de Europa reclaman una economía con valores éticos

La actual crisis centra las reflexiones de los líderes religiosos ante las elecciones del 7 de junio

lideres-religiosos-europeos(María Gómez) Ahora mismo, uno de los problemas que más preocupan a las Iglesias europeas es la crisis económica y financiera que está afectando gravemente a los ciudadanos de todos los países del continente, preocupación, por otra parte, obvia, que no se queda en la expresión de un obispo particular. Al contrario, se multiplican las declaraciones institucionales, sobre todo a medida que se acercan las elecciones al Parlamento Europeo del 7 de junio. Y no sólo en el seno de la Iglesia católica, sino que el resto de confesiones cristianas y de religiones manifiestan un empeño común por buscar soluciones efectivas y duraderas, basadas -y en este punto insisten todos- en un nuevo modelo económico ético cuyo eje sea la dignidad de la persona.

Se acaba de ver en la reunión que mantuvieron, el 11 de mayo en Bruselas, una veintena de líderes cristianos, judíos y musulmanes con los presidentes de la Comisión y el Parlamento europeos, centrada en La crisis económica y financiera: contribuciones éticas para la gobernanza económica europea y global. Al margen de desavenencias entre algunos participantes que no venían a cuento (líderes judíos boicotearon el encuentro argumentando su “conmoción” porque, según ellos, tres de las cuatro organizaciones musulmanas invitadas defienden posturas antisemitas, informa Europa Press), fue una jornada interesante.

La crisis económica actual revela una crisis espiritual y una falsa jerarquía de los valores”, considera Adrianus van Luyn, presidente de la Comisión de Episcopados de la Comunidad Europea (COMECE). El también obispo de Rotterdam señaló que la falta de responsabilidad que ha conducido a esta situación no es sólo atribuible a banqueros y mercado, sino a los responsables políticos que hicieron promesas más allá de los compromisos que realmente querían asumir, y puso como ejemplo los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

Reinhard Marx, arzobispo de Múnich y Freising y vicepresidente de la COMECE, apuntó la pérdida de confianza en la economía liberal que han sufrido especialmente los Estados de la Europa central y oriental, que durante los últimos 20 años habían puesto muchas esperanzas en este modelo.

Para el arzobispo de Dublín, Diarmuid Martin, es necesario un marco ético y jurídico adecuado para que la economía pueda funcionar de modo eficaz y realizar su función social, y, puestos a preparar un crecimiento renovado, será esencial poner un foco de atención sobre los más desfavorecidos de la sociedad: “Si no ponemos en marcha políticas que den valor a los talentos de los más vulnerables, los marginados se encontrarán, cuando acabe la recesión, aún más marginados, y la sociedad se verá todavía más frágil”, advirtió.

Por último, el cardenal arzobispo de Praga, Miloslav Vlk, apeló a una ‘educación a la responsabilidad’ dirigida a todos los niveles (agentes financieros, empresas, autoridades públicas, sociedad civil…) y que se fundamente en los principios de la Doctrina Social de la Iglesia: el bien común universal, el reparto universal de los bienes y la prioridad del trabajo sobre el capital.

Una contribución “vital”

elecciones-europeasÉsta es la quinta reunión anual de los jefes de las instituciones de la Unión Europea (UE) con los líderes religiosos, iniciativa lanzada en 2005 por el presidente de la Comisión, José Manuel Durão Barroso, convencido de las bondades del diálogo entre todos los actores sociales y, en este caso concreto, de modificar algunas estructuras: “A medida que avanza la crisis, cada vez se pone más de manifiesto que ha llegado el momento de conciliar la gobernanza económica con nuestros valores éticos fundamentales en los que se ha basado el proyecto europeo durante los últimos 50 años”. “Debemos -continuó- reforzar los valores para hacer frente a esta crisis, especialmente el valor de solidaridad y justicia social, valores que son muy importantes en la tradición europea”. El presidente del Parlamento Europeo, Hans-Gert Pöttering, empleó palabras muy similares, y enfatizó que “la contribución de religiones e Iglesias es vital para esto”.

Las Iglesias protestantes europeas participaron también en el encuentro, señalando más o menos los mismos retos. Pocos días antes, la Conferencia de Iglesias Europeas (KEK) había remitido a los dirigentes comunitarios un duro escrito en el que consideraban que la crisis “es más profunda de lo que los análisis de la UE sugieren por el momento”, que las medidas tomadas “no resuelven el problema, sino que simplemente tratan los síntomas” y que no son “ni duraderas, ni éticas ni aceptables”. “Estimular el consumo no hará sino incrementar las desigualdades existentes, acaparando los recursos naturales, causando daños irreparables al clima del planeta y destruyendo la biodiversidad natural”, rematan.

Dado este análisis, ¿qué margen de acción le queda al individuo de a pie? Responde la COMECE: “Participando en la elección del Parlamento Europeo, todos los ciudadanos tienen la posibilidad de contribuir al desarrollo y a la mejora de la Unión Europea”. Con un mensaje de esperanza, los obispos europeos interpretan que los comicios del 7 de junio son “una oportunidad para construir una Europa mejor”. En una declaración de su Asamblea Plenaria de primavera, instan a los fieles a una participación activa: “Todo cristiano tiene, no solamente el derecho, sino también la responsabilidad de comprometerse activamente en este proyecto ejerciendo su derecho de voto”.

La reflexión sobre cómo trabajar por una Europa más humana seguirá entre los objetivos y las agendas de los obispos. Para seguir debatiendo sobre la solidaridad, la COMECE está preparando las primeras Jornadas Sociales Católicas para Europa, del 8 al 11 de octubre en la localidad polaca de Gdansk. Será una nueva ocasión para “reconquistar la libertad y la paz”.

EL EPISCOPADO FRANCÉS VE LA SOLUCIÓN EN UNA “SOLIDARIDAD MAYOR”

“Incluso si los sentimientos de los franceses ante Europa están divididos, estas elecciones revisten una apuesta de importancia, sobre todo en las circunstancias actuales”, anima a los votantes la Conferencia Episcopal de Francia. En un mensaje del 29 de abril, el Episcopado galo se refiere, por supuesto, a la crisis económica, y ve la solución en el consenso y en una “solidaridad mayor”, que debe expresarse “en un modelo social que respete plenamente la dignidad del hombre, en particular del más débil”, no sólo dentro de las fronteras de la Unión Europea, sino en la acción exterior a través de políticas de desarrollo y de migraciones. “Hoy más que nunca, es importante que Francia envíe al Parlamento Europeo a mujeres y hombres con convicción que se esfuercen por defender el respeto a todo hombre y a todos los hombres”, consideran.

Por su parte, el sábado 16 de mayo, en París, se esperaba la participación de más de un millar de personas en la edición anual de la iniciativa ecuménica ‘Juntos por Europa’ -que reúne a 150 comunidades cristianas (Taizé, CVX, Focolares, ACAT, Equipos Notre Dame, San Egidio, entre otros) “sin ambición política”-, para testimoniar que Una Europa de la fraternidad es posible.

En el nº 2.660 de Vida Nueva.

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