En el corazón de las personas desalmadas, en los sentimientos de los sicarios, que resucite en lo más profundo de quienes sin piedad arrebatan la vida por dinero. Que su Resurrección llegue a los seres humanos que envenenan a otros con sustancias mortales.
- WHATSAPP: Sigue nuestro canal para recibir gratis la mejor información
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
Hay tanta maldad en nuestros tiempos, que en ocasiones llegamos a dudar si sigue habiendo luz entre tanta oscuridad. En esta Pascua, deseo sinceramente que el amor renazca en las zonas donde más se necesita, porque el verdadero sentido del mensaje esperanzador de Jesucristo, debe llegar a los corazones enfermos, desesperados y nublados de entender el mensaje de la Buena Nueva ¡Resucitó!
Nuestra fe adquiere sentido con este acto de amor sobrenatural, regresó para devolvernos la esperanza de una nueva vida. “Y ahora, amados hermanos, queremos que sepan lo que sucederá con los creyentes que han muerto, para que no se entristezcan como los que no tienen esperanza. Pues, ya que creemos que Jesús murió y resucitó, también creemos que cuando Jesús vuelva, Dios traerá junto con él a los creyentes que hayan muerto”. 1 Tesalonicenses 4,13-15.
Renovar nuestra vida y entorno
Su Resurrección debe renovar nuestra vida y entorno, debe impactar de forma contundente, todo lo que vivimos. Actualmente, parece que el sacrificio de Jesucristo no es valorado, las acciones y actitudes de muchas personas nos indican que en su manera de ser y de relacionarse con los demás, sigue siendo sin ese tacto humano y esa forma de mirar al otro con misericordia.
Algunas empresas continúan con prácticas tiránicas, ignorando el esfuerzo de sus compañeros e invalidando a la persona en todo momento. Un corazón que acepta el mensaje de esperanza se percibe su interés por los demás, su trato es diferente y la fraternidad hace de su vida algo diario.
A diferencia de quienes viven sin conocer o aceptar el amor de Dios, sus intenciones son imponer, acabar, ignorar y eliminar a todo aquel que se cruce en su camino. Esto es algo que he visto en las diferentes organizaciones, donde lo que importa son solamente números y resultados, a eso se ha limitado el trabajo de las empresas globales y el trato humano nada tiene que ver con el respeto por el trabajo y los demás.
Más humanos y menos importantes
Qué necesario es regresar a los orígenes, donde la vida no era tan compleja, donde el trabajo enaltecía a quien lo realizaba. Hoy solo se vive de apariencias, nada de sustancia, se trata de acabar con los competidores e ignorar que son seres humanos y hermanos. El mundo ha cambiado y nosotros somos parte de eso. Que la Resurrección nos vuelva más humanos y menos importantes. “Todos los creyentes necesitamos reconocer esto: Lo primero es el amor, lo que nunca debe estar en riesgo es el amor, el mayor peligro es no amar“. 1 Corintios 13, 1-13.
Señor, hoy te pido que llegues al corazón de todos, especialmente de las personas que no desean comprender que los verdaderos tesoros no son materiales.