José Francisco Gómez Hinojosa, vicario general de la Arquidiócesis de Monterrey (México)
Vicario General de la Arquidiócesis de Monterrey (México)

¿Otra Humani Generis?


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La Humani Generis (1950) fue una Encíclica publicada por el papa Pío XII con la finalidad de combatir al modernismo en auge por esas épocas. Al mismo tiempo, una corriente teológica, la Nouvelle Théologie -cuyos principales exponentes fueron Marie-Dominique Chenu, Jean Daniélou, Henri Bouillard y Reginald Garrigou-Lagrange- buscaba afirmar el primado del dato revelado, la asunción de la crítica bíblica e histórica, la actualización del tomismo y la apertura a los problemas del propio tiempo.



El Papa, controvertido por su posición -para muchos- demasiado débil ante el nazismo, la acusa de desvalorizar la teología escolástica, intentar una renovación irrespetuosa de los sistemas filosóficos (tomismo), y de atacar las fórmulas dogmáticas.

Pero llegó el Concilio Ecuménico Vaticano II (1962-1965), en donde se acabó con ese lenguaje condenatorio, y el mundo dejó de ser considerado como un enemigo para la Iglesia, y pasó a ser un compañero de jornada.

Este tipo de escaramuzas doctrinales era frecuente entre los jerarcas eclesiásticos. Los protagonistas siempre eran los mismos: por una parte, teólogos y clérigos empeñados en mantener intactos los postulados religiosos, aun en materias tan laicas como la astronomía, y en censurar a quienes se opusieran a tales decretos -recordemos la condena de Giordano Bruno-, y por otra científicos y pensadores que buscaban desprenderse de la tutela episcopal para avanzar en sus investigaciones.

Pues esas aciagas costumbres parecen regresar, y hoy es el reivindicado cardenal Australiano George Pell -exresponsable de las finanzas vaticanas y encarcelado por acusaciones de abuso infantil de las que fue exonerado- quien se lanza contra el también cardenal Luxemburgués Jean-Claude Hollerich, presidente de la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea, y el obispo Georg Bätzig, presidente de la Conferencia Episcopal Alemana. A ambos los acusa de plegarse a los dictados cambiantes de la cultura secular contemporánea, menoscabando la doctrina eclesial.

Los dos jerarcas han externado opiniones favorables a las uniones de personas homosexuales, al celibato sacerdotal opcional, y al acceso de las mujeres al sacerdocio. Estamos ante el pronunciamiento de personajes con posiciones de gran relevancia en la geoeclesiástica europea.

Pell, entonces, le pide a la Congregación para la Doctrina de la Fe que reprenda a ambos disidentes, así como lo hizo Pío XII con los teólogos franceses. Veremos.

Pro-vocación

Y ya se publicó la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium sobre la Curia Roma y su servicio a la Iglesia y al mundo. Después de nueve años de innumerables reuniones del papa Francisco con sus Cardenales asesores, se ha llegado por fin a la redacción de este documento que intenta reformar la Curia vaticana. Entrará en vigor el próximo cinco de junio. Ya lo comentaremos.