Se dice que la oración tiene poder y la ciencia lo ha confirmado. Se han realizado una gran cantidad de estudios científicos donde se demuestra que la oración apoya de manera positiva la evolución de los pacientes. En su estudio pudo observar que aquellos pacientes a quienes se dirigían plegarias y oraciones evolucionaban significativamente mejor que los que no estaban incluidos en esta ‘terapia’, como se ha publicado en el Southern Medical Journal.
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Lo mismo ocurrió en la investigación realizada por el American Heart Institute de Kansas (Estados Unidos) y publicado en la revista Archives of Internal Medicine sobre 990 pacientes. Buscar confianza y certeza frente a las dificultades es una necesidad humana y la fe ayuda de manera concreta a encontrar paciencia para transitar una larga enfermedad o tal vez, para aceptar las dificultades que nos va a presentar la vida.
Y es que, lo expresado desde lo más interno de nuestro corazón, se transforma en un diálogo llamado oración. ¿Alguna vez has sentido el poder de la oración? Estoy seguro que quienes hemos sido testigos de esa fuerza, donde muchos corazones se unen, sucede algo extraordinario; desde mi experiencia lo comparto con sinceridad y sin buscar convencer a nadie, desde lo que mi familia ha vivido cuando muchas personas oramos en una misma intención.
“Respuesta generosa de mi Padre amoroso”
Sucedió hace algunos años, mi madre tenía que ser intervenida quirúrgicamente, era una operación de muy alto riesgo. Mi hermana y yo estábamos muy jóvenes, cuando el doctor nos comentó el alto riesgo al que se enfrentaba nuestra madre, comprendimos que su vida estaría en peligro.
Fue así como le pedí oración a las Hermanas Franciscanas y lo que recibí por respuesta fue la presencia física de tres hermanas y una docena de ellas orando por la salud de mi madre desde el monasterio donde viven. Hoy después de tanto tiempo, sigo emocionándome ante la respuesta de Dios, porque en el momento en que más necesité sentirme acompañado, experimenté la respuesta firme y generosa de mi Padre amoroso.
Recuerdo que las horas pasaban muy lentas mientras la operación se llevaba a cabo, fueron aproximadamente cuatro horas en las que el tiempo se ralentizó, fue una sensación de tranquilidad que viví en compañía de las religiosas, que me es difícil expresar, era una gran paz, mezclada con la calma que gracias a sus oraciones y compañía se podía sentir.
Oración como respuesta de Dios
Al final la operación fue un éxito, según los doctores, palabras que en ese momento regresan una enorme paz y sin duda, una inmensa alegría. Mi madre estaba una vez más con nosotros y su proceso de recuperación no iba a ser sencillo y otra vez, la respuesta generosa de Dios.
Nos confirmaban las hermanas religiosas que estarían una temporada con nosotros para ayudar en su recuperación. La oración hecha acción, la oración como respuesta de Dios en nuestras vidas; por ello, aunque haya estudios dedicados al poder terapéutico de la oración, hoy les puedo compartir que para mí y mi familia, la oración es mucho más que terapéutica, es viva y eficaz.
“No se angustien por nada, más bien, en toda ocasión, con oración y ruego. Presenten sus peticiones a Dios, y denle gracias. Y la paz de Dios, que supera todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús”. Filipenses 4, 6-7.