A veces es imposible dar respuestas acertadas ante las situaciones que ocurren en nuestras vidas, simplemente son inexplicables. Lo que a continuación compartiré, deseo de todo corazón que sea leído con la debida responsabilidad y con la mesura que este tipo de acciones llegan a sucedernos y de las cuales, no se tiene un testimonial o una prueba para que cumplan con su comprobación, simplemente son acciones que no tienen explicación alguna.
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Es sólo mi palabra la que queda en este escrito y es todo lo que tengo. En una de mis transmisiones en vivo, cambiamos los planes y decidimos rezar el Santo Rosario; un hermano (José Luis Martínez) quien vive en New York sería nuestro guía y así comenzamos a rezarlo, con tranquilidad y disfrutando cada Ave María, llegamos al momento de las jaculatorias y fue ahí donde sucedió algo inexplicable, como ya comenté éramos dos personas en una transmisión.
Cuando llegó el momento de responder: “Ruega por nosotros”, en la “Reina de la Paz” y en la tercera vez que se menciona, por unos segundos percibí un delicioso aroma a rosas, acción que me desconcentró por unos instantes, esto me hizo dudar y me costó responder a la jaculatoria, fue un ligero titubeo. Nadie lo presenció, nadie estuvo ahí para dar fe de lo que acababa de surgir, de manera que continuamos con el Santo Rosario y al final lo mencioné.
Para nuestra ‘Santísima virgen’
Nunca me habí sucedido algo así y sin duda es hermoso porque el sentido del Santo Rosario son rosas para nuestra ‘Santísima virgen’, oler ese delicado aroma por unos segundos, será un hecho que guardaré como algo maravilloso e inexplicable en mi vida. Al siguiente día, mientras nos alistábamos para salir como familia a nuestras actividades diarias, por una extraña razón se quedó abierta la puerta de la casa y mi hija gritó: ¡Entró un pájaro!
Al principio nos desconcertó la frase, no lo creímos, dudamos de la veracidad de lo que ella expresó. En unos pocos segundos nos reunimos para confirmar lo que decía y la sorpresa fue que sí era cierto, estaba un pájaro en el interior de la casa revoloteando y dejando plumas por todos lados. Un sombrero fue suficiente para atrapar a aquella pequeña ave y no hacerle daño, una vez liberada voló sin rumbo.
Los eventos anteriores parecerían aislados y sin conexión, mirándolos como acciones que nos pueden pasar a todos día a día; sin embargo, si lo veo desde un ámbito espiritual y místico, tienen mucho que ver.
La respuesta de ‘Mamita María’
Ya que el olor a rosas durante el Rosario podría ser la respuesta de ‘Mamita María’ como la confirmación de que aquello era agradable para ella y el pájaro dentro de la casa sería la manifestación del Espíritu Santo en nuestras vidas y en nuestro hogar al entrar en él, que en términos generales, las aves siempre evitan la presencia de seres humanos.
Mi intención no es darle una razón espiritual a todo lo que me sucede, pero a veces las explicaciones no tienen cabida en nuestras vidas.
“Sus milagros y maravillas no los podemos entender. Dios hace que la lluvia caiga sobre los campos; Dios da poder a los humildes y ayuda a los afligidos”. Job 5, 9-11.
Tenemos la costumbre de querer explicar con nuestra mente finita y limitada las acciones de Dios, quien en su infinita sabiduría y poder nos ofrece actos de amor inexplicables.