El obispo de Barbastro, al Opus Dei, desde Torreciudad: “Caminemos en comunión sin recelos”

  • Ángel Pérez Pueyo presidió ayer la eucaristía de acción de gracias por los 50 años de la inauguración del complejo arquitectónico, con el conflicto por su gestión de fondo
  • El máximo responsable de la Prelatura, Fernando Ocáriz, tenía previsto asistir a la misa, pero finalmente suspendió su presencia

Ángel Pérez Pueyo, en Torreciudad

El obispo de Barbastro-Monzón, Ángel Pérez Pueyo, presidió ayer la eucaristía de acción de gracias con motivo de los cincuenta años de la inauguración del complejo de Torreciudad, una semana después de presentar su propuesta para convertir el enclave en un santuario internacional tutelado por la Santa Sede y a la espera de que el comisario pontificio se pronuncie sobre el futuro estatus del lugar. Pérez Pueyo celebró la misa en el oratorio semipúblico sin la presencia del moderador del Opus Dei, Fernando Ocáriz, que suspendió el viaje que tenía previsto al lugar.



Así pues, con el conflicto abierto, el pastor hizo reconoció desde el epicentro de las peregrinaciones del Opus Dei sentenció que “en estos tiempos, donde a menudo se alzan voces para dividir, para desacreditar o para enfrentar, el espíritu de unidad, de humildad y de amor a la Iglesia que San Josemaría vivió y predicó es un testimonio luminoso”.

Mano maternal

“Hoy queremos renovar juntos el compromiso de seguir caminando en unidad, en comunión, valorando lo que nos une, sin miedos ni recelos, porque en la Iglesia todos somos necesarios”, remarcó. A reglón seguido, apostilló que “la Virgen de Torreciudad nos tiende su mano maternal para seguir haciendo de este lugar un hogar espiritual abierto a todos”. No hay que olvidar que la propuesta lanzada por Pérez Pueyo al Vaticano pasa por liberar a la Diócesis de toda responsabilidad sobre el enclave vinculado a la Prelatura con dos peticiones a cambio: que la talla de la Virgen de los Ángeles vuelva a su ermita y que el Opus Dei devuelva a la catedral de Barbastro la pila bautismal que se conserva en Roma.

Torreciudad 5 De Julio 4

Ángel Pérez Pueyo, en Torreciudad

A la par, elogió de forma reiterada “la presencia fecunda” de la Prelatura en la diócesis a la vez que definió como “sublime” el lugar, como “mucho más que un conjunto de ladrillos y piedras”. “Es un lugar donde la gracia de Dios se derrama incesantemente desde hace medio siglo, acogiendo a peregrinos, familias, sacerdotes, jóvenes, ancianos, gentes de toda condición, que encuentran aquí paz, reconciliación, y la mirada maternal de María”, explicó en la homilía.

Auxilio especial

Echando la vista atrás, Pérez Pueyo recordó como san Josemaría Escrivá de Balaguer soñó levantar junto a la ermita medieval de la Virgen de Torreciudad “un templo moderno, abierto a todos, donde se renovara la devoción mariana y se ofreciera con abundancia el sacramento de la reconciliación”. Era la respuesta del fundador del Opus Dei al “auxilio especial” que recibió de la Virgen de los Ángeles.

Ángel Pérez Pueyo, en Torreciudad

Ángel Pérez Pueyo, en Torreciudad

En estas particulares bodas de oro, el obispo de Barbastro-Monzón definió Torreciudad como “un faro de fe mariana, en un hogar para las familias, en un lugar de gracia donde tantos han redescubierto la ternura de Dios a través de su Madre” para “santificar la vida ordinaria, descubrir a Dios en medio de lo cotidiano” desde la espiritualidad de Escrivá de Balaguer. De la misma manera, subrayó que “la santidad no es privilegio de unos pocos, sino llamada universal”, y que la fuerza de la Iglesia “está en la comunión, en la caridad, en la confianza de saberse hijos de un mismo Padre y hermanos en la misma fe”.

 

Noticias relacionadas