Desde que el 8 de mayo fuera elegido el cardenal Robert Prevost como Papa, las interrogantes sobre el rumbo del Pontificado se han sucedido. La rápida apuesta púrpura por uno de los hombres de confianza de Francisco y la decisión de denominarse León XIV en una referencia explícita a la Doctrina Social no ha aminorado las especulaciones sobre posibles diferencias con su predecesor, más allá de su impronta personal.
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Entre los aspectos que se han puesto sobre la mesa, se encuentra la renovación episcopal, esto es, si daría al traste o no con el proceso iniciado por Francisco, en todas las latitudes del planeta, en su apuesta por pastores “con olor a oveja”.
De Perú a Australia
Casi dos meses después del cónclave, no solo parece dar continuidad, sino apuntalar y reforzarlo, tal y como podría dejarse entrever tanto en los nombramientos hechos públicos en España como en otros países, de Perú a Australia.
En concreto, en nuestro país ha dado luz verde a que el sacerdote catalán Daniel Palau como obispo de Lleida y al ya obispo aragonés José Antonio Satué como nuevo responsable de la Diócesis de Málaga. Quienes conocen el perfil de ambos, sentencian que cumplen con ese perfil dibujado por el Pontífice argentino y apuntalado por el Papa agustino en su meditación jubilar de este miércoles, cuando esbozó que busca obispos que sean hombres de vida teologal, fe, esperanza, caridad pastoral, prudencia y pobreza evangélica. Es más, pidió a los presentes que los pobres vean en ellos a “un padre y un hermano”.
¿Freno en seco?
Así, estos nombramientos romperían con la teoría expuesta en algunos foros eclesiales de que el Pontífice agustino habría frenado en seco cualquier proceso de elección de mitra y báculo en España hasta la llegada de un nuevo nuncio.
Al paso, fuentes vaticanas confirman a ‘Vida Nueva’ que el diálogo que mantuvo León XIV el pasado mes de mayo con el ya ex embajador Bernardito Auza tuvo como eje su nuevo destino como enviado a la Unión Europea y añaden que “todo lo que le contó sobre España, ya la conocía de sobra por otras fuentes, con otra perspectiva diferente”. Estas mismas fuentes consultadas, explican a esta revista que el hecho de que con la salida del diplomático filipino se diera por concluida la comisión informal para asesorarle en las ternas episcopal “sería de lo más normal”. “Lo excepcional es que Francisco se hubiera visto obligado a tutelarle como lo hizo, después de que desde el Dicasterio de los Obispos se cuestionara su proceder y de corroborar la deriva de sus propuestas”, añaden desde Roma.
Fábrica de mitras
En cualquier caso, lo cierto es que el ritmo del trabajo en la llamada ‘Fábrica de los Obispos’ no se frena ni se ha congelado. En este sentido, cabe destacar el papel que viene jugando en estos últimos años el secretario del departamento, el arzobispo brasileño Ilson de Jesus Montanari, que además es secretario del Colegio Cardenalicio y vicecamarlengo de la Santa Iglesia Romana. Desde el inicio del Pontificado de Francisco, ha sido el encargado del engranaje cotidiano del Dicasterio y aquel que ha ido perfilando con el tiempo el ‘casting’ de mitras y báculos, primero, en un mano a mano con el ya prefecto emérito Marc Ouellet, y posteriormente, con una sintonía en lo que al retrato robot se refiere de los candidatos, con Robert Prevost.
Así, a la espera de que León XIV nombre al prefecto del Dicasterio para los Obispos que el presidía hasta ahora, los nuevos prelados que ahora está designando son aquellos que él mismo estaba tutelando en las asambleas del departamento vaticano. Es decir, son expedientes que abrió Francisco, pero que no determinó, esto es, son ternas que el papa Prevost podría modificar o tumbar si quisiera, en caso de que hubiera decidido cambiar los criterios a la hora de elegir pastores.
Renovación andaluza
En esta casuística se encontraría los nombramientos de Palau y Satué. Desde la Santa Sede, corroboran a ‘Vida Nueva’ que la apuesta que se hace por el hasta ahora obispo de Teruel para la diócesis de la Costa del Sol viene enmarcada en un proceso de renovación “sin prisa pero sin pausa” de la pastoral en Andalucía con una especial preocupación por revitalizar y reestructurar Málaga. El reconocido servicio llevado a cabo en Teruel, en el caso Gaztelueta, en el Verbo Encarnado y en su trayectoria vaticana en la Congregación para el Clero le habrían validado para estar al frente de uno de los pulmones religiosos de nuestro país, teniendo en cuenta que se trata del quinto territorio eclesiástico con mayor población.
De la misma manera, en Roma desmienten los rumores que dejaron caer que Barcelona sería el destino preferente de Satué, como sustituto del cardenal arzobispo Juan José Omella. Según ha podido confirmar Vida Nueva de fuentes vaticanos, esa posibilidad no se habría puesto sobre la mesa. Málaga no sería, por tanto, un castigo, sino una apuesta de la Santa Sede para dar un vuelco a la Diócesis después de 17 años de presencia de Jesús Catalá.