Miguel Ángel Contreras: “Es una gran responsabilidad ser el primer obispo de León XIV”

Obispo auxiliar de El Callao

A sus 46 años, de los que 17 tiene como sacerdote, la vida de Miguel Ángel Contreras ha dado un vuelco. Es nada menos que el primer obispo nombrado por León XIV, distinción que no le roba el sueño, al contrario, más que un privilegio “es una gran responsabilidad”, asegura a ‘Vida Nueva’.

Robert Francis Prevost y este joven cura marista son ‘viejos conocidos’, relación que se afianzó cuando en plena pandemia el cardenal fue administrador apostólico de El Callao, jurisdicción sufragánea de Lima, de la que hoy Contreras es el auxiliar por decreto de su amigo Papa. Su nombramiento lo ha pillado en Nueva Zelanda, donde su congregación organiza los preparativos de un nuevo capítulo general, pautado para septiembre de este año.



PREGUNTA.- ¿Qué se siente ser el primer obispo de la era de León XIV?

RESPUESTA.- Más que sentirme el mejor o no, es una responsabilidad y una misión que espero responder con altura al papa León XIV.

P.- ¿Cómo ha recibido esta noticia su comunidad marista?

R.- Con gran alegría y, sobre todo, con oración. Es el sentimiento que me expresan en las diversas comunidades que he podido visitar. Me han dicho: ‘Padre, cuente con nuestras oraciones en esta misión que seguirá como marista’.

Obispo auxiliar de El Callao (Perú)

P.- Ahora que asume esta encomienda de apoyar a Luis Alberto Barrera, titular de El Callao,  en el gobierno pastoral, ¿cuáles son sus expectativas?

R.- Más que expectativas, buscaré caminar juntos como Iglesia particular en este proyecto pastoral que la diócesis tiene desde hace cuatro años y que se enmarca en la sinodalidad, la comunión, la participación y la misión. En fin, garantizar la continuidad de los procesos.

P.- ¿Qué sintió cuando escuchó a Dominique Mamberti, cardenal protodiácono, decir que el nuevo Papa era el cardenal Prevost con quien tanto compartió en El Callao?

R.- Estaba conectado vía ‘Facebook.’ Me emocionó mucho porque lo he conocido en 2020, y nos encontramos muchas veces. Emoción y sorpresa, seguidas de un momento de oración, porque el Señor guía a la Iglesia y a León XIV.

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