Al concluir la celebración del inicio del pontificado, León XIV ha dirigido unas palabras a los fieles antes de la oración mariana de Pascual, el Regina Caeli. En su alocución ha agradecido su presencia tanto a las diferentes delegaciones internacionales como a los fieles presentes en la Plaza de San Pedro, entre quienes estaban numerosos peregrinos del Jubileo de las cofradías a quienes ha alabado proque mantienen “vivo el gran patrimonio de la piedad popular”.

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Reina de la Paz

El papa León ha confesado que durante la misa “ha sentido fuertemente la presencia espiritual del papa Francisco que desde el cielo nos acompaña”. Una comunión de los santos que se extiende a un nuevo beato, el sacerdote saboyano Camille Costa de Beauregard, de quien destacó fue un “testimonio de gran caridad pastoral”.

También insistió que “no podemos olvidar los hermanos y hermanas que sufren por consecuencia de la guerra en Gaza” donde, señaló, “los niños, las familias, los ancianos supervivientes son afectados por el hambre” y Myanmar donde las “hostilidades, han destruido muchas vidas y más jóvenes inocentes”. También pidió por  “la martirizada de Ucrania” que ·espera finalmente negociar una paz justa y duradera”. De hecho, León XIV se reunirá esta tarde con el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy, según ha confirmado el Vaticano. Antes de la celebración lo ha hecho con la presidenta de Perú, Dina Boluarte.

El Papa confió a María el “servicio del obispo de Roma, pastor de la Iglesia universal“. Ya que, añadió, “desde la Barca de Pedro, miramos a la estrella de la mar, a la Madre del Buen Consejo” a quien pidió la esperanza la paz, y “el consuelo para los que sufren” y para todos “la gracia de ser testigos del señor Resucitado”.