El Episcopado de Estados Unidos no renueva los acuerdos con el gobierno de Trump sobre servicios a niños y refugiados

El presidente de los obispos, Timothy Broglio, detalla cómo las decisiones del gobierno los han obligado a reconsiderar “la mejor manera de atender las necesidades de aquellos que buscan un puerto seguro ante la violencia y la persecución”

Refugiados y migrantes - frontera Estados Unidos

La Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés), anunció su decisión de no renovar los acuerdos de cooperación con el gobierno federal, relacionados con los servicios para niños y el apoyo a los refugiados.



El presidente de los obispos, el arzobispo Timothy P. Broglio, explicó cómo las decisiones del gobierno de Donald Trump, de suspender los programas de reasentamiento de refugiados han obligado a la USCCB a reconsiderar “la mejor manera de atender las necesidades de aquellos que buscan un puerto seguro ante la violencia y la persecución”.

En un comunicado de la USCCB se señaló que desde su conformación, el episcopado se ha preocupado por ayudar a encontrar hogares seguros a las familias que huyen de la guerra, la violencia y la opresión.

Cuidado pastoral y caridad, apoyados por el pueblo de Dios

En ese sentido, la USCCB recordó que en 1917 fundó el Consejo Católico Nacional de Guerra para apoyar y cuidar a los católicos en el ejército; en tanto, en 1920, estableció una Oficina de Inmigración para ayudar a las familias desplazadas a encontrar nuevas oportunidades en los Estados Unidos; “muchos de nosotros podemos rastrear a nuestros propios padres, abuelos o bisabuelos hasta estas mismas familias”.

A lo largo de los años -dijo- las asociaciones con el gobierno federal ayudaron a expandir los programas “para salvar vidas, beneficiando a nuestras hermanas y hermanos de muchas partes del mundo. Todos los participantes en estos programas fueron recibidos por el gobierno de los Estados Unidos y se sometieron a una rigurosa inspección antes de su llegada. Estas son almas desplazadas que ven en Estados Unidos un lugar de sueños y esperanza”.

Desplazados Refugiados EFE

Desplazados y refugiados. Foto: EFE

Y continuó: “Algunos ayudaron a los esfuerzos estadounidenses en el extranjero bajo su propio riesgo y otros más buscan un lugar para adorar y rezar de forma segura, ya que saben que Dios los llama. Nuestros esfuerzos fueron actos de cuidado pastoral y caridad, generosamente apoyados por el pueblo de Dios cuando los fondos recibidos del gobierno no cubrieron el costo total”.

En oración por el personal y refugiados afectados

Sin embargo, lamentó la USCCB, se “hace el desgarrador anuncio de que no renovaremos los acuerdos de cooperación existentes con el gobierno federal relacionados con los servicios para niños y el apoyo a los refugiados. Esta difícil decisión sigue a la suspensión por parte del gobierno de nuestros acuerdos de cooperación para reasentar a los refugiados. La decisión de reducir drásticamente estos programas nos obliga a reconsiderar la mejor manera de atender las necesidades de nuestros hermanos y hermanas que buscan un puerto seguro de la violencia y la persecución”.

Como esfuerzo nacional -dijeron los obispos- “simplemente no podemos sostener el trabajo por nuestra cuenta en los niveles actuales o en la forma actual. A medida que finalicen los acuerdos de cooperación de la USCCB para el reasentamiento de refugiados y los programas para niños, trabajaremos para identificar medios alternativos de apoyo para las personas que el gobierno federal ya ha admitido a estos programas. Le pedimos sus oraciones por el gran personal y refugiados afectados”.

Firmes en el compromiso de abogar por los que sufren

Para el episcopado estadounidense, si bien “esto marca un final doloroso para una asociación de sostenimiento de la vida con nuestro gobierno que ha abarcado décadas en las administraciones de ambos partidos políticos, ofrece a cada católico la oportunidad de buscar en nuestros corazones nuevas formas de ayudar”.

La USCCB apuntó que continuará abogando por reformas políticas “que proporcionen procesos de inmigración ordenados y seguros, garantizando la seguridad de todos en nuestras comunidades. Seguimos firmes en nuestro compromiso de abogar en nombre de hombres, mujeres y niños que sufren el flagelo de la trata de personas”.

“Durante medio siglo, hemos sido socios dispuestos en la implementación del programa de reasentamiento de refugiados del gobierno. El llamado del Evangelio a hacer lo que podamos por el menos entre nosotros sigue siendo nuestra guía. Le pedimos que se una a nosotros para orar por la gracia de Dios para encontrar nuevas formas de llevar la esperanza a donde más se necesita“.

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