Este sábado 8, la Iglesia celebra la Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la Trata de Personas, bajo la consigna, en este año jubilar: “Embajadores de la Esperanza: juntos contra la trata de personas”. Esta celebración coincide con la memoria litúrgica de santa Josefina Bakhita, una esclava que, tras su liberación, se convirtió y consagró a Jesús.
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Por tal motivo, ante esta propuesta promovida y animada por el papa Francisco, la Red Clamor de Argentina invitó a unirse a esta jornada con oración y reflexión contra la trata de personas.
Esta red convoca a distintas organizaciones eclesiales que tienen como objetivo trabajar contra este flagelo: Acción Católica Argentina; Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas; Equipo No a la Trata de la Comisión Nacional de Justicia y Paz; Pastoral Guadalupe de Mendoza; Juntas en Camino (parroquia Sagrada Eucaristía); Hermanas Esclavas Adoratrices del Santísimo Sacramento y de la Caridad; Orden de la Merced; Hermanas Servicio Social Misionero; Hermanas Dominicas del Santísimo Nombre de Jesús; Hermanas Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús; Red Kawsay; Red Infancia Robada; Arquidiócesis de Salta; Pastoral Social de arquidiócesis de Mercedes Luján; pastoral para la Prevención de la Trata de Orán; pastoral de Migrantes de arquidiócesis de Córdoba; las diócesis de Avellaneda-Lanús, Río Gallegos y Merlo-Moreno; pastoral de Turismo de Santiago del Estero; la congregación de las Hermanas Scalabrinianas; Misioneros de San Carlos Borromeo; y la comisión episcopal de Migrantes e Itinerantes.
Lacra social
Justamente, el presidente de esta Comisión, el arzobispo coadjutor de Corrientes, José Adolfo Larregain, pidió unirse para “erradicar la lacra social que es la trata de personas”, y para proteger a los vulnerables.
El coadjutor destacó la figura de santa Josefina Bakhita, víctima de crueldad de la trata y la esclavitud, pero que más allá del dolor, encontró la redención en la fe y se convirtió en un símbolo de esperanza y fortaleza para los que sufren de este crimen atroz. Agregó que su vida resalta la prioridad de la compasión, la justicia y la lucha incansable contra esta inhumanidad.
Larregain cree, además, que es una nueva oportunidad para educar, hablar y hacer algo, según las distintas creencias: “Combatir la trata no se limita solo a la reacción; la prevención es fundamental. Educar y hablar sobre los riesgos, fortalecer las comunidades y promover la igualdad de oportunidades son claves para evitar que más personas sean víctimas”.
Agregó que la información, la acción y la prevención son herramientas poderosas para erradicar este delito, y hay que trabajar en las comunidades, colegios, instituciones y parroquias, para tomar conciencia y unirse a la lucha por un mundo libre de explotación.
“No permitamos que continúe, podemos hacer algo: rezar, meditar o profundizar según la creencia de cada uno; buscá organizaciones que trabajan contra la trata en tu comunidad; colaborá, doná a causas que apoyen esta lucha, y educa a otros sobre los signos de la trata. Juntos podemos marcar la diferencia y construir un mundo libre de explotación”, enfatizó el prelado.