Obispos rosarinos: “Esta violencia no es de Dios”

Manifestaron cercanía a los fieles y pidieron responder al mal con bien

Esta violencia asesina y cruel nos es de Dios, es contraria a la voluntad de Dios, a su designio de amor sobre todos y cada uno de sus hijos. Por eso, la repudiamos y consideramos fruto de “la miserabilidad de unos pocos y la complicidad de otros.”[1]



Con la firma de su titular, Eduardo Martín, y de su auxiliar, Ernesto Fernández, los obispos de la arquidiócesis de Rosario, enviaron una carta a la feligresía en el marco de una realidad de crisis y violencia que vive la ciudad.

Mirada de fe

Expresaron que, ante la cercanía de la Pascua, y en vistas a los momentos dolorosos que están atravesando, querían mostrar su cercanía como pastores y manifestar “el profundo deseo de que todos podamos vivir estos acontecimientos desde la mirada de la fe“.

Los prelados significaron que Dios, en su misterio de amor, invita a la conversión y a la purificación. Y es entonces que permite distintas circunstancias no deseadas que permiten crecer en la fe, despertar a un amor hacia El y al prójimo, más allá de su condición. En esta situación concreta, Dios invita a solidarizarse con las familias de las víctimas y estar unidos para responder al mal con bien, como dice Rom 12,21: “No te dejes vencer por el mal. Por el contrario, vence el mal haciendo el bien”.

Asimismo, señalaron que, en tiempos de tribulación, es necesario tener paciencia, signo de la fortaleza que viene del Espíritu, y a ser constantes en la oración. Recordaron que en estas jornadas difíciles toda la Iglesia ha manifestado su solidaridad con cadenas de oración y rezos del Santo Rosario. Invitaron a perseverar en esta oración, a través de la intercesión de la Santísima Virgen que es “la omnipotencia suplicante” (S. Juan Pablo II: Rosarium Virginis Mariae”, 16).

Los obispos de la ciudad de Rosario aludieron a las palabras de papa Francisco: “No se dejen robar la esperanza”, y finalmente reafirmaron la convicción que “Jesús a vencido a la muerte con su Resurrección, y que la última palabra de la historia es la Misericordia y la Vida“.

[1] CEA, carta a los Rosarinos. Bs. As. 13 de marzo de 2024

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