En el marco de la 196° reunión de la Comisión Permanente, los obispos que participaron de este plenario emitieron una carta dirigida a los rosarinos ante la ola de violencia que se vive en la ciudad de la provincia de Santa Fe.
- WHATSAPP: Sigue nuestro canal para recibir gratis la mejor información
- PODCAST: Tándem Argüello-Cobo
- Regístrate en el boletín gratuito
Los miembros de la Conferencia Episcopal Argentina quisieron mostrarse “de corazón”, muy cerca de quienes están viviendo la realidad del narcotráfico “que golpea hoy a las puertas de sus casas de este modo tremendo, brutal, llenando de dolor e impotencia a sus familias y a todo nuestro pueblo”.
Con respecto a la droga sentenciaron que “nos está matando”, y pidieron estar juntos para desarmar este mal que desprecia la vida y se ensaña con “tantos inocentes, víctimas de la miserabilidad de unos pocos, y de la complicidad de otros”.
Los prelados pidieron no permitir que “nos maten la esperanza”, ni que roben el sueño de una Argentina unida y en paz.
Finalmente, encomendaron el consuelo y la fortaleza de la Virgen que, como Madre, conoció “lo que es perder al hijo, al Inocente”.
Carta al papa Francisco
Como es habitual, los miembros de la Comisión Permanente, enviaron una carta al papa Francisco para saludarlo por el nuevo aniversario de “aquella tarde en que el Señor te reveló una nueva misión al servicio de su Pueblo al que tanto amaste siempre”.
Confirmaron que, desde Argentina, peregrinan hacia el Jubileo en el año de la oración, atentos al camino sinodal, con sus pasos y acciones propias, y particularmente bajo la luz de la santidad de Mama Antula y del beato Eduardo Pironio“.
Le aseguraron que están comprometidos en la vida cotidiana de los hermanos más pobres y vulnerables “en medio de un nuevo cambio económico y social donde no dudamos en reforzar el anuncio del Evangelio y del Magisterio que nos propones constantemente”.
Después de asegurarle que rezarán por su vida y ministerio, le pidieron al Papa que los encomiende en sus oraciones, “para que seamos una Iglesia en salida, fraterna y misionera“.
