Bucha simboliza el horror tras el repliegue ruso en Ucrania y los líderes religiosos lo equiparan al “nazismo”

  • Cerca de Kiev aparecen unos 400 civiles asesinados a sangre fría, con sus cuerpos tirados en plena calle o en fosas comunes
  • “Gritos, llantos, gemidos se escuchan hoy desde la tierra ucraniana hasta el cielo”, clama Shevchuck
  • Epifaniy: “Los cocreadores de esta ideología criminal son el jefe del Patriarcado de Moscú, Kirill Gundyaev, y sus asociados”

Civiles asesinados en Bucha, Ucrania

En las últimas horas, el mundo entero permanece horrorizado al difundirse las imágenes que muestran las consecuencias de la invasión rusa en Ucrania, que, tras 40 días de conflicto, están replegando posiciones y concentrándose, aparentemente, en el Donbás. Un horror simbolizado en Bucha, localidad a las afueras de Kiev en las que se han encontrado a unos 400 civiles asesinados a sangre fría, con sus cuerpos tirados en plena calle, con las manos atadas a la espalda y tiros en la nuca, o en fosas comunes que albergan a decenas de cadáveres.



Con gran dolor, el arzobispo Sviatoslav Shevchuk, jefe de la Iglesia greco-católica ucraniana, ha lamentado en su mensaje diario el nivel de deshumanización alcanzado en “esta guerra cruel, terrible”. Y es que padecen un panorama apocalíptico: “Nuevamente, durante la última noche, nuestra tierra se estremeció por las bombas y los misiles rusos. Una vez más, nuestras ciudades y pueblos están en llamas. Gritos, llantos, gemidos se escuchan hoy desde la tierra ucraniana hasta el cielo”.

Máximo sufrimiento

El sufrimiento es máximo, “pero Ucrania está de pie”. De hecho, como percibe Shevchuck, “el pueblo ucraniano está adquiriendo una fuerza interior maravillosa, una fuerza para defender su patria. Esta fuerza, esta determinación, la proporcionan incluso las horribles escenas que vemos en las ciudades y pueblos liberados de Ucrania. Literalmente, a unas pocas decenas de kilómetros del centro de Kiev, en las ciudades liberadas, vemos horribles crímenes de guerra. Fosas comunes con cientos de cuerpos sin vida. Ejecutados tirados en la calle, a veces con las manos atadas. Cuerpos desnudos de mujeres que no tuvieron tiempo de quemar”.

Una situación para la que el líder de la Iglesia greco-católica ucraniana solo hay una comparación posible: “Europa solo vio tales escenas en la liberación de los nazis. Hoy, Ucrania está viendo esto, y es muy importante que todo el mundo lo vea y lo escuche. El solo hecho de poder ver al ejército ruso tratando de sacar las propiedades saqueadas de Ucrania por camiones es desgarrador. Eran propiedades de sus víctimas inocentes, a quienes querían borrar de la faz de la tierra”.

Un niño refugiado cada segundo

De ahí que el arzobispo rece con todas sus fuerzas “por nuestro ejército ucraniano, por los heridos, por nuestros refugiados, de los cuales ya son unos 10 millones. Y cada segundo refugiado es un niño”.

Oración en forma de súplica que Shevchuck cierra así: “¡Oh Dios, salva a Ucrania y al mundo de la guerra! ¡Oh Dios, bendice al pueblo ucraniano! ¡Oh Dios, bendice al ejército ucraniano, que protege a nuestro pueblo y libera a las ciudades y pueblos ucranianos de las hordas mortales de quienes nos atacan hoy! ¡Oh Dios, concede la paz a Ucrania!”.

Todo un genocidio

Por su parte, Epifaniy, patriarca de la Iglesia ortodoxa ucraniana autónoma, independiente del Patriarcado ortodoxo de Moscú, carga en su cuenta de Twitter contra los invasores rusos: “La ideología de la ‘medida rusa’ es la misma que la ideología del nazismo. Justifica la violencia, el asesinato, la guerra y el genocidio, y por lo tanto debe ser rechazada y condenada de la misma manera que se condenó al nazismo, sus ideólogos y sus crímenes”.

Una ácida condena en la que incluye al patriarca ortodoxo de Moscú, Kirill, alineado junto a Putin: “Los cocreadores de esta ideología criminal son el jefe del Patriarcado de Moscú, Kirill Gundyaev, y sus asociados. Él y sus subordinados no solo encendieron este fuego de todas las formas posibles, sino que también bendijeron abiertamente a los verdugos y asesinos por su trabajo sucio. Y lo hicieron falsamente en nombre de Dios y de la Iglesia”.

Noticias relacionadas
Compartir