Paraguay continúa con el proceso sinodal

La Comisión del Sínodo estableció las fechas de las fases del proceso que se extenderá hasta el 31 de agosto

El sínodo de la sinodalidad comienza en octubre

Los miembros de la comisión que anima el Sínodo en la Iglesia paraguaya, Blanca Palacios y Genaro Fernández, se reunieron para delinear las prioridades de la agenda 2022.



Señalaron que el proceso sinodal no es un ejercicio de recopilación de datos o de reuniones y debates, sino que está orientado al discernimiento. Esta fase de escucha está centrada en la Palabra de Dios, en la Escritura y en la tradición de la Iglesia. El paso siguiente es la escucha de unos a otros, especialmente de los marginados, y teniendo en cuenta los signos de los tiempos.

La convocatoria es amplia y pueden participar todas las personas, especialmente las que han estado más relegadas: los discapacitados, los migrantes, las mujeres, los de menores recursos, los que no practican la fe. Se busca también descubrir recursos creativos para atraer a los niños y jóvenes.

Distintas fases

El proceso sinodal abarca tres fases importantes. El 17 de octubre del año pasado comenzó la fase inicial.

La segunda fase, la de la escucha, implica el desarrollo en cada parroquia. Se anima a reunirse, responder preguntas, crear escenarios de estímulo, escucharse entre sí, comentar ideas, reacciones y sugerencias individuales y grupales de todos los actores de la comunidad (consejos pastorales, económicos, equipos pastorales, catequistas, promotores sociales, comunidades eclesiales de bases, movimientos, entre otros). Esta etapa finalizará el 17 de agosto de 2022.

Luego, y antes del 31 de agosto, cada equipo remitirá a la Conferencia Episcopal del Paraguay una síntesis de los trabajos realizados en cada parroquia.

Metodología

Como metodología, los miembros de la Comisión Sinodal sugieren nombrar a dos referentes con el objetivo de crear equipos sinodales en cada parroquia. Tendrán la tarea de animar a la participación y de coordinar los trabajos de las capillas, comunidades y grupos, recoger los aportes y presentar una síntesis en la diócesis.

Cada grupo de trabajo deberá elegir un animador y un secretario para que realicen la síntesis y el registro de los encuentros.

Se recomienda, en los encuentros, permitir la interactividad  y el intercambio para crear un clima de conocimiento, confianza y aportes para la sinodalidad.

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