Laicos de Liechtenstein inician el Sínodo pese la negativa de su obispo a participar

“Roma nos urge expresamente a involucrarnos”, ha dicho codirectora del grupo de trabajo del proceso sinodal

Hace ya dos meses que comenzaba el proceso sinodal en todas las diócesis del mundo. Todas, menos una. Y es que el arzobispo de Vaduz, capital de Liechtenstein, Wolfgang Haas no quería (ni quiere) participar. Ahora, la asociación laical Por una Iglesia Abierta lanza la campaña “Somos oídos”, y, con ella, comienzan su propio sínodo.



Christel Kaufmann, codirectora del grupo de trabajo del proceso sinodal de esta asociación, ha asegurado en una entrevista con Kath.Ch que han intentado ponerse en contacto con el arzobispo por teléfono, pero no lo han conseguido. Por escrito, sin embargo, le han invitado a participar de algunos puntos del proceso sinodal.

En cuanto a si procede que sean los laicos quienes cojan las riendas del proceso sinodal, Kaufmann está convencida de que sí, ya que “todos estamos bautizados“. “Roma nos urge expresamente a involucrarnos”, añade, explicando, además, que enviarán los resultados “al arzobispo Wolfgang Haas y también directamente a Roma”.

Explicaciones del arzobispo

“En nuestra pequeña archidiócesis podemos abstenernos de llevar a cabo un proceso tan complejo y a veces incluso complicado, que en nuestras latitudes corre el riesgo de convertirse en algo ideológicamente viciado, por buenas razones”, explicaba Haas en octubre en un comunicado en la web de la diócesis. El prelado defendía entonces que entre las parroquias y los agentes de pastoral con los sacerdotes hay un contacto estrecho “de modo que siempre ha sido y es posible un intercambio intelectual y espiritual”.

“Todos los que lo deseen pueden dialogar entre sí, escucharse y mantener una comunicación personal sobre sugerencias, deseos e ideas en la vida cotidiana de la Iglesia”, señalaba. El arzobispo recordaba, asimismo, que hay consejos parroquiales y órganos de participación en las instituciones eclesiásticas en las que los responsables pueden gozar de “una interacción responsable, con tacto y sensibilidad”. El cualquier caso, el arzobispo y la Vicaría General se mostraban a disposición de cualquier sugerencia.

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