El arzobispo de Zaragoza en el Día del Pilar: “La identidad española no se hace viviendo para sí, sino para los demás”

En la misa de la patrona de la Hispanidad, Carlos Escribano subraya que nuestro país se conforma como “un alma grande que no se encierra en sí misma sino abierta a la humanidad”

 

Para el arzobispo de Zaragoza, Carlos Escribano, “la identidad española se hace de hombres y mujeres que fueron capaces de no vivir para sí, sino para los demás”. Durante la homilía en la misa con motivo de la patrona de la Hispanidad en la basílica del Pilar,  el pastor apuntó que “la grandeza de nuestra nación y de nuestra historia” se conforma como “un alma grande que no se encierra en sí misma sino abierta a la humanidad”.



En un templo que recupera prácticamente su aforo, el prelado hizo hizo suyas las palabras de Benedicto XVI durante la JMJ de Madrid en 2011, que habló entonces de una nación “plural y respetuosa”. Desde ahí, imploró a la Virgen “por nuestras autoridades, nacionales, autonómica y locales y singularmente por nuestro jefe del Estado, su majestad Felipe VI”. También tuvo presente a América Latina y “tantos países hermanos con los que compartimos nuestra fe.

Respaldo al Sínodo

Se da la circunstancia además de que Escribano se estrenaba por primera vez en esta eucaristía desde que fuera nombrado arzobispo de Zaragoza. Amén de la significatividad para España e Hispanoamérica de la celebración, concentró su alocución en el proceso sinodal que el Papa Francisco abrió el pasado fin de semana en Roma y que el próximo 17 de octubre tendrá su réplica en todas las diócesis del mundo con la apertura del proceso de consulta local.

Para el arzobispo, “todos somos llamados a esa tarea: caminar juntos en un proceso de escucha para seguir construyendo una Iglesia distinta” con las dos actitudes subrayadas por el Papa: docilidad y valentía”.

La Alegría del Evangelio

Así, asumió en primera persona “el reto de la evangelización que seguimos afrontando con el objetivo de anunciar a nuestra sociedad la Alegría del Evangelio”. “Como Jesús, queremos decir a toda nuestra sociedad que todos estamos llamados a ser familia de Dios”, apostilló.

El prelado también tuvo presente en sus palabras a las víctimas del coronavirus como aquellos “lucharon contra esta terrible pandemia”, así como a los damnificados por el volcán de La Palma. Desde ahí, puso la mirada en la Virgen del Pilar: “Su consuelo y estímulo nunca nos va a faltar”, suscribió.

Noticias relacionadas
Compartir