Los obispos de Ecuador claman que cese la violencia en las cárceles tras masacre en Guayaquil

Extienden un llamado a los ecuatorianos “a tomar conciencia de que el ser humano no es un objeto desechable o descartable”

Familiares angustiados frente a la carcel de Guayaquil tras masacre que deja 118 fallecidos

La Conferencia de Obispos de Ecuador se han pronunciado frente a la masacre de Guayaquil, donde 118 reclusos perdieron la vida por enfrentamientos entre bandas rivales por el control de uno de los pabellones.



“Mientras las autoridades investigan las causas y las consecuencias y buscan las soluciones, nosotros, como creyentes en el Dios de la Vida, queremos alzar nuestra voz para decir, como dijera San Oscar Arnulfo Romero: ‘Cesen las muertes, callen las armas, deténgase este aparato de muerte que nos acosa’”, han dicho.

Tomar conciencia

Además hicieron un llamado “a los hombres y mujeres de buena voluntad a valorar la vida humana, a tomar conciencia de que el ser humano no es un objeto desechable o descartable, algo que se puede usar y botar”.

“Si somos conscientes de la dignidad de la naturaleza humana, tendremos la certeza de que el corazón de las personas e instituciones no puede corromperse”, por ende “este llamado se extiende también a las autoridades que tienen la responsabilidad de buscar la paz social como base para el progreso económico”.

“El alto número de fallecidos es un precio muy grande para mantener un negocio de muerte y dejar impasible a una sociedad que se siente temerosa, acongojada e impotente; que corre el peligro de exigir más muertes pensando con ello en su seguridad individual”, advirtieron.

Balas en semillas de vida

Asimismo han pedido “a quienes han participado en esta masacre que cesen la violencia y el mercado de la muerte; y que conviertan sus armas en arados y las balas en semillas de vida”.

Los prelados han expresado su cercanía y solidaridad “a los familiares de las víctimas, como también la decisión de acompañarles moral y espiritualmente para que vivan estos momentos de duelo con fe y paz y puedan perdonar a quienes acabaron con sus existencias”.

Finalmente ha propuesto que durante “el mes de octubre y, de una manera especial, el día de los difuntos, el próximo 2 de noviembre, realicemos jornadas de oración y reflexión sobre el valor de la vida humana en todas sus expresiones”.

Foto: EFE

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