‘Lumen Jesu’: un Dios absolutamente hombre, un hombre absolutamente Dios

Lumen Jesu

José Ramón Sánchez (Santander, 1936) cuelga en el claustro de la catedral de Palencia 25 de las 173 tablas que pintó para ‘Lumen Jesu’ (PPC), la vida de Jesús de Nazaret que publicó en pleno estado de alarma. “Lo que pretendo es que Jesús ilumine una pizca a cada uno que lea el libro, que lo compre. Jesús es un enigma que no vamos a entender nunca. Ni san Agustín, ni san Juan de la Cruz, ni los santos más santos que ha tenido la Iglesia. Podemos aproximarnos, pero ya está”, afirma a Vida Nueva desde su casa de Santander.



“Jesús es inasequible, inabarcable. Nadie puede llegar a él. Yo me he acercado un poco –prosigue–. No puedo entender la Pasión como la vivió, no puedo entender la Resurrección como la cuenta el Evangelio. Yo lo cuento de una manera gráfica, que parece que está dentro del Logos, de la posibilidad de Jesús. Es el Jesús que yo necesito, espiritualmente, no físicamente”.

Es el Jesús que el dibujante –que también escribe el texto– quiere compartir: “Mi gran frustración es que he estado con este proyecto dos años o dos años y medio, y la idea era compartir este Jesús con todos pero no he podido hacerlo. Me queda la satisfacción de que el libro está editado. Y eso es un atrevimiento de la editorial. Yo cada día me pregunto y me admiro de que una editorial, por muy católica que sea, se atreva con un libro tan raro, tan de ficción, tan de imaginar a Jesús absolutamente hombre y absolutamente Dios”.

Un regalo maravilloso

El artista, también católico, mira a este Jesús que cobija ahora la catedral gótica de Palencia hasta el 15 de agosto, al que está en las páginas de Lumen Jesu, y comparte su reflexión: “Con este libro creo un pelín más. Soy un creyente de poca fe y de una esperanza confusa, de lo que hay al otro lado no tengo ni idea. Puedo imaginar que es el encuentro con Dios, pero quién lo sabe”.

Lo dice ya de vuelta de inaugurar la exposición con motivo del VII centenario de la seo palentina. “Hasta antes de ayer yo creía que había publicado una obra. Pero este proyecto se convierte en algo sagrado cuando el claustro de la catedral de Palencia acoge las 25 tablas en siete paneles”, sostiene.

“Cuando vi el montaje, me quedé anonadado –continúa–. Además, está muy cerca de una sala que acoge El martirio de San Sebastián de El Greco, es maravilloso. No tengo que esperar a morirme para decir que me he encontrado con el regalo maravilloso de Dios y que lo estoy recibiendo”.

Aunque rápidamente, advierte: “A lo mejor dentro de una semana no pienso nada de esto, porque entro en una noche oscura y podría contar todo lo contrario. Pero, en este momento, Dios me está dando el ciento por uno ya aquí. Estoy muy agradecido”.

El evangelio del autor

El obispo de Palencia, Manuel Herrero, que firma el prólogo del libro, es quien le ha abierto las puertas de la catedral: “Para nosotros, es un motivo de satisfacción también presentar este evangelio, porque, en definitiva, en él Jesús es la clave. Lumen Jesu es Jesús en cuanto luz, porque José Ramón se sintió iluminado por Cristo y quería compartir esa experiencia con los demás, especialmente con aquellos que no creen”.

Sí, evangelio. “Tenemos cuatro evangelios, Mateo, Marcos, Lucas y Juan, y hay otros apócrifos. Pero cada uno de nosotros nos hacemos nuestro propio evangelio, resaltamos más unas páginas, una experiencia con Jesús, una dimensión. Pues eso es Lumen Jesu, la buena noticia que ha percibido José Ramón. Lógicamente, él lo trae a la memoria y a la pintura, pero trae aquello que le habla al corazón y que sostiene su fe”, dice Herrero.

Es un hombre valiente que confiesa su fe a través del arte –añade–, por eso, es muy importante que los artistas se animen también hoy a expresar lo inexpresable, el misterio que nos envuelve y sostiene, que nos rebasa. Y expresarlo aunque sea balbuciendo algo en el arte”.

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