¿Cuál es la vacuna contra el Covid que los obispos de Estados Unidos piden evitar?

El Comité de Doctrina de los obispos estadounidenses asegura que la reciente aprobación de dicha vacuna en ese país plantea nuevamente interrogantes sobre la permisibilidad moral

El obispo de la diócesis de Fort Wayne-South Bend, Kevin Rhoades, en su calidad de presidente del Comité de Doctrina de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), así como el arzobispo de Kansas City, Joseph Naumann, como presidente del Comité de Actividades Pro-Vida de la USCCB, se pronunciaron en torno a la vacuna anti Covid-19 de la compañía farmacéutica Johnson & Johnson, cuyo uso en ese país fue aprobado recientemente.



En un comunicado difundido el pasado 2 de marzo, señalaron que la aprobación de esa vacuna “plantea nuevamente interrogantes sobre la permisibilidad moral de usar vacunas desarrolladas, probadas y/o producidas con la ayuda de líneas celulares derivadas del aborto”.

Y es que –explicaron– si bien las vacunas de Pfizer y Moderna plantearon en su momento preocupaciones porque se utilizó una línea celular derivada del aborto para probarlas, en el caso de Johnson & Johnson se han utilizado para su producción, “lo que genera preocupaciones morales adicionales”.

No obstante, recordaron que la Congregación para la Doctrina de la Fe ha dicho que “cuando las vacunas Covid-19 éticamente irreprochables no están disponibles… es moralmente aceptable recibir vacunas Covid-19 que han utilizado líneas celulares de fetos abortados en su proceso de investigación y producción”.

Vacunarse, un acto de caridad

En este sentido, Rhoades y Naumann hicieron un llamado a los católicos norteamericanos para que, si les es posible elegir entre vacunas Covid-19, igualmente seguras y efectivas, se debe elegir la vacuna con la menor conexión con las líneas celulares derivadas del aborto.

“Si uno tiene la capacidad de elegir una vacuna, se deben elegir las vacunas de Pfizer o Moderna en lugar de las de Johnson & Johnson”, dijeron.

Los obispos advirtieron que seguirán insistiendo en que las compañías farmacéuticas dejen de usar líneas celulares derivadas del aborto; sin embargo, “dado el sufrimiento mundial que está causando esta pandemia, afirmamos nuevamente que vacunarse puede ser un acto de caridad que sirve al bien común”.

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