La policía italiana detiene, por orden del papa Francisco, a la bautizada como la ‘dama’ del cardenal Becciu

El caso Becciu tiene todos los visos de dejar el escándalo de Vatileaks en un juego de niños. El pasado 24 de septiembre, un escueto comunicado del Vaticano informaba de la destitución del cardenal Angelo Becciu como prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y la decisión del papa Francisco de mantenerlo como cardenal pero despojándole de los derechos que vienen aparejados con la birreta, como elegir al próximo Pontífice.



Apenas dos semanas después del escándalo desencadenado por la opaca compra de un edificio en Londres, un nuevo personaje daba más toques morbosos a la trama: Cecilia Marogna, una ‘amiga’ del purpurado italiano investigada por el Vaticano tras recibir medio millón de euros de los fondos reservados a través de Becciu. Una operación por la que ha sido detenida en Milán por la policía italiana por una orden de captura internacional vaticana. Acusada de malversación, será extraditada y puesta a disposición de la autoridad judicial del Vaticano.

200.000 euros en bolsos y cosméticos

Marogna, de 39 años y natural de Cerdeña al igual que Becciu, ha sido bautizada por los medios italianos como ‘la dama del cardenal’ y es una diplomática con una sociedad con sede en Eslovenia que se ocupa de misiones humanitarias en África y Asia. Sin embargo, el programa de televisión ‘Le Iene’ (Mediaset) se desplazó hasta la supuesta oficina en la que nadie jamás la ha visto.

El ex prefecto le entregó el montante de los fondos reservados de Secretaría de Estado para financiar la liberación de sacerdotes secuestrados en todo el mundo, según su propia versión, pero cuyo gasto no ha ido a parar a tal fin sino a la cuenta de resultados de importantes firmas como Chanel o Prada, puesto que la ‘dama’ gastó al menos 200.000 euros de ese dinero en bolsos, cosméticos y zapatos de lujo.

Becciu, que según los medios italianos afirma que la presentaba en el Vaticano como su sobrina, ha aclarado que las relaciones con la mujer eran estrictamente institucionales y ha dado a entender que fue engañado. La nueva ‘femme fatale’ vaticana recuerda a Francesca Chaouqui, condenada a 10 meses de cárcel junto a Lucio Vallejo Balda por las filtraciones que dieron lugar al ‘Vatileaks 2’.

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