La Basílica Menor del Voto Nacional, en Colombia, se reviste con los colores de la paz y la reconciliación

La celebración de los 482 años de fundación de Bogotá no ha pasado desapercibida para la Iglesia local. Con un llamado a la paz y a la reconciliación, la cúpula de la Basílica Menor del Voto Nacional encendió sus luces con los colores de la bandera nacional.



Símbolo de paz

En la historia del país, el templo ubicado en el centro de la ciudad ha sido reconocido como “símbolo de paz”, pues allí se selló la paz que puso fin a la guerra de los Mil Días, hace más de un siglo.

En este sentido, al revestir su cúpula con el tricolor patrio, su párroco, el claretiano Darío Echeverri, quien también es el secretario general de la Comisión de Conciliación Nacional, se ha referido a la apuesta de la Iglesia por la reconciliación nacional, pues “a pesar de todas la pandemia y de todas las dificultades, la reconciliación y la paz son posibles“.

Una luz de esperanza

“Este 6 de agosto, aniversario de la fundación de la ciudad de Bogotá, se ha encendido dese la Basílica del Voto Nacional una nueva luz que trae un mensaje de esperanza para todos los colombianos”, ha dicho Echeverri, al recordar que “cuando se construyó la Basílica del Voto Nacional, se pensaba que era necesario terminar la guerra de los Mil Días”.

El religioso, incansable constructor de diálogos y consensos nacionales, también sentenció que “hoy, 2020, se hace un llamado a los colombianos: es posible la reconciliación y la paz, pero con el aporte de todos y de cada uno… desde el perdón y la reconciliación”, porque “todos nos podemos convertir en artesanos de la paz“.

Bogotá, la gran ciudad

El acto simbólico de encender las luces de la cúpula del Voto Nacional coincidió con el cumpleaños de “Bogotá, la gran ciudad, la capital de todos los colombianos, la ciudad de puertas abiertas para todos“, como lo ha referido su arzobispo, Luis José Rueda.

Por su parte, Darío Echeverri también ha subrayado que “esta bella ciudad de Bogotá nos acoge a todos, sin preguntarnos de dónde somos, y la bandera de Colombia con sus tres colores –amarillo, azul y rojo– y todo lo que simbolizan, nos llama a que cada uno de nosotros ponga su granito de arena, su aporte, a la reconciliación, al perdón, para construir una paz estable y duradera”.

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