“Los cielos proclaman la gloria de Dios,
El firmamento pregona la obra de sus manos;
El día al día le comunica el mensaje,
La noche a la noche le transmite la noticia.
No es un mensaje, no son palabras,
No es una voz que se pueda escuchar;
Pero por toda la tierra se escucha su eco,
Y hasta los límites del mundo su mensaje”
(Salmo 19,2-5).
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Escuchar la voz del Señor
Escuchar sigue siendo una palabra que nos anima a romper toda barrera en la comunicación. En la misma cultura hebrea encontramos que saber escuchar, es romper los círculos de ruido que no nos dejan estar en paz o por lo menos vivir en armonía.
El Shemá hebreo nos expresa: “Escucha al Señor Israel” (Dt. 6, 4ss) como el credo fundamental del pueblo de Israel.
Escuchar las nuevas generaciones
En nuestra identidad misional -en el contexto pastoral de UNIMINUTO-, se nos invita a escuchar las nuevas generaciones, un lema que tiene su tinte de responsabilidad con la misma historia, cuando debemos repetir un lema que debería ser normal, cuesta, es difícil o incluso porque no reconocer al ser humano que actúa como ser humano integro conectado con una forma de pensar y actuar.
¿Será que nosotros hemos perdido esa sensibilidad de saber escuchar a las nuevas generaciones?
El encuentro con la naturaleza (hermana tierra)
¿Qué significa “ver y escuchar la voz de la naturaleza”? ¿Cómo ser creyentes atentos a la voz de Dios en la creación y en la historia?
Encuentro con mi hermano (a) (las relaciones personales)
La Biblia plantea el desafío de las relaciones entre nosotros, Caín destruye a su hermano Abel (Gn 4,9). La respuesta es la misma que frecuentemente damos nosotros: “¿Acaso yo soy guardián de mi hermano? ¿Somos cómplices del mal o somos anunciadores de la verdad?
En este breve ejemplo, desde que el hombre es hombre y habita el planeta tierra, las relaciones se rompen por la falta de saber escuchar, pienso que una de las problemáticas que estamos enfrentando es que todos queremos hablar, pero no nos detenemos en el tiempo para escuchar, porque nos cuesta saber escuchar.
El encuentro me conecta con el otro(a)
“El psicólogo Carl Rogers, en su famoso artículo en 1952 titulado “Barriers and Gateways to Communication”, defendía la idea de que escuchar es un medio para el cambio personal.
Rogers teorizaba que, cuando los que hablan sienten que sus interlocutores están siendo empáticos, atentos y no juzgan, se relajan y comparten sus sentimientos más íntimos sin preocuparse por los que los demás piensen de ellos.
Esta sensación de seguridad les permite profundizar más en su conciencia y descubrir nuevas perspectivas sobre sí mismos, a pesar de que puede desafiar sus creencias o percepciones” (autores varios, inteligencia emocional, saber escuchar, ed. Reverte sa, Barcelona, 2022, p.95).
Nuevas formas de comunicarnos
En la conversación amena es donde se produce el encanto, se crea mundos nuevos, se recrea las formas de comunicar, no solo es verbal, entra al ruedo lo que sientes y piensas, lo que comunicas con el cuerpo, la actitud y sobre todo la escucha atenta al interlocutor.
Sabernos escuchados es muy importante en cualquier nivel y en la vida diaria.
El encuentro con la verdad (Jesús)
En el Nuevo Testamento, Jesús es el principal comunicador del Padre a la humanidad, Jesús dijo a sus discípulos: «Todavía tengo muchas cosas que decirles, pero ustedes no las pueden comprender ahora.
Cuando venga el Espíritu de la Verdad, él los introducirá en toda la verdad, porque no hablará por sí mismo, sino que dirá lo que ha oído y les anunciará lo que irá sucediendo. El me glorificará, porque recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes. Todo lo que es del Padre es mío. Por eso les digo: Recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes.» (Juan 16, 12-18).
- Los primeros cristianos después de la Pascua cuando ya se había cumplido la promesa de Jesús sobre la venida del Paráclito: “Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, los guiará hasta la verdad completa” (Jn 16,13).
- Jesús no hablará por sí mismo, sino que dirá lo que ha oído y les anunciará… en la historia se cumple esta promesa que predicaron los profetas desde el Antiguo Testamento, en el misterio de la encarnación acontece la inculturación, Dios se hace hombre en la misma historia, para cumplir lo que ha escuchado desde la eternidad en el seno del Padre.
- A partir de Pentecostés (fiesta celebrada), llega la plenitud del tiempo pascual, cuando Jesús y el Padre han entregado lo más íntimo de sí, el amor infinito del uno por el otro, el Espíritu Santo, nos guía “hasta la verdad completa” (16,13).
- En el hoy de nuestra historia, Jesús sigue comunicando vida eterna, no basta con apropiarse de las cosas, a veces pensamos que tenemos todo resuelto en la vida porque tenemos bienes materiales o tenemos una profesión, o incluso porque tenemos una vida de llena confort. comodidades… pero, Jesús viene a desacomodarnos una y otra vez para que seamos verdaderamente libres.
Nuestros anhelos y deseos más profundos de nuestros jóvenes
Siempre como seres humanos nada ni nadie nos sacia, tenemos ese profundo desde en el corazón de perfección, no somos seres conformes, siempre deseamos algo más, escuchar las nuevas generaciones implica desacomodarnos y conectar con el deseo más profundo del ser, esto implica renunciar a nosotros mismos, para abrirnos al querer de Dios y acompañar escuchando los jóvenes en sus anhelos y deseos más profundos, como una manera de ser sensibles, sin caer en la sensiblería o en los sentimentalismos, una pastoral más efectiva que afectiva es urgente hoy.
El encuentro con la Iglesia que escucha las nuevas generaciones
En fin, “Es imposible progresar sin cambios, y aquellos que no cambian sus mentes, no pueden cambiar nada” (George Bernard Shaw).
Jesús fue un motivador del cambio en su contexto, hoy nuestra Iglesia católica pide cambios desde la escucha activa, el sínodo, el año jubilar, las encíclicas, las cartas pastorales y todas las propuestas son la apertura a discernir los signos actuales y los retos de una pastoral que nos desafía, no para conservar sino para abrir la mente y el corazón al querer actual de Dios en nuestro presente.
En últimas, ¿Qué quiere Dios hoy de tu vida? ¿Escuchas la voz de Dios en tu corazón? ¿Escuchas tu voz interna y conectas con tu ser? ¿Cómo saber que voy bien en lo que soy y lo que hago? ¿Escuchamos las nuevas generaciones en sus deseos más profundos? ¿Estamos dispuestos a cambiar hoy? ¿Estamos acomodados en lo que hacemos y estamos resistentes al cambio?
Por Wilson Javier Sossa López. Sacerdote eudista del Minuto de Dios