José Beltrán, director de Vida Nueva
Director de Vida Nueva

Un mes sin Francisco


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MIERCOLES

Un mes sin Francisco. La voracidad del calendario. “Dentro de tres días, solo quedaremos aquellos que verdaderamente creímos en Francisco y los que construyeron esta historia”, me decía en la Plaza de San Pedro semanas atrás Sergio, el cartonero que abanderó la lucha de las tres ‘T’. Hoy, en la basílica de Santa María la Mayor están rezando ante su tumba esos otros Sergios. La gente normal del Papa de la gente normal. A ellos se suma algún obispo de la España vaciada. También normal. Y ella. Aquella monja que reflejaba el cariño de tantos. Esta vez sin las cámaras que detectaran su presencia. Como cada miércoles por la tarde en Santa Marta. Presentándole a Francisco a los preferidos de Dios. Sor Geneviève.

Una monja observa imágenes del Papa Francisco durante una rueda de prensa este lunes, en la



JUEVES

Conversaciones PPC. Cada intervención, una bofetada de realidad. Como “la fobia al sufrimiento” de la que alerta Alejandro Rocamora: “Te tomas un gelocatil con carácter preventivo”. O esa alerta de Josito de “apelar a lo religioso sin más” en un confesionario o en una sacristía cuando detrás hay una enfermedad mental que requiere “la adecuada respuesta crítica y el complemento terapéutico”. No se queda atrás Rosa Ruiz: “Si estás más preocupado de ver demonios o no que de ver a la persona, tenemos un problema”. Y todo, bañado por el bálsamo que ofrece Miguel Ángel, el magíster de la jornada: “Los enfermos no somos ni espectadores ni beneficiarios, compartimos la misión, somos cirineos”.

VIERNES

Consejo Editorial de ‘Vida Nueva’. Toma la palabra Lorenzo. “A veces, los cristianos pensamos que somos incomprendidos. Sin embargo, cuando se muestra la autenticidad de la vida, el otro la capta sin necesidad de explicaciones ni de traducciones”. Y nos pone como ejemplo el adiós de Francisco y la bienvenida de León XIV. La bendición a uno y otro de quienes creen y de quienes no creen habla de su transparencia vital. De ese olor a oveja que capta hasta el más alejado del rebaño. “Es ahí, en ellos, cuando descubrimos que la esperanza no defrauda”, remata Lorenzo.

MARTES

Menorca. “Los unos y los otros. Los otros y los unos. Los unos con los otros. Los otros con los unos”. No es ni un juego de palabras ni un trabalenguas. Tampoco un frase hecha. Ni tan siquiera es lema episcopal. Aunque podría. Es la sinodalidad a pie de calle que ejerce sin florituras el obispo Gerard Villalonga. Lo mismo con los curas, religiosos y laicos que con los políticos.

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