Alejandro Rocamora en las Conversaciones PPC sobre salud mental: “La vida siempre tiene sentido”

  • El Colegio Mayor Universitario Jaime del Amo acoge este 22 de mayo el encuentro
  • Organizadas por la editorial, el Instituto Superior de Pastoral y el propio centro educativo, versan sobre ‘Salud mental: desafíos en la sociedad del descarte’
  • Según el Informe Anual del Sistema de Salud Nacional de Salud, el 34% de la población española sufre problemas salud mental

Alejandro Rocamora, ponente de las IX Conversaciones PPC

El madrileño Colegio Mayor Universitario Jaime del Amo está acogiendo, en la mañana de este jueves 22 de mayo, las IX Conversaciones PPC. Bajo el lema ‘Yo os aliviaré’ (Mt 11, 28), el encuentro, organizado por la editorial PPC, por el Instituto Superior de Pastoral y por el propio centro educativo que lo acoge, versa en torno a una cuestión clave en nuestro tiempo como ‘Salud mental: desafíos en la sociedad del descarte’.



Uno de los ponentes ha sido Alejandro Rocamora, psiquiatra con gran experiencia ante un fenómeno tan doloroso como el suicidio (colaboró mucho con el Teléfono de la Esperanza y estuvo durante 30 años en un centro de salud mental, por lo que se considera un “psiquiatra del asfalto”)) y profesor emérito del Centro de Humanización de la Salud San Camilo. Bajo el epígrafe ‘Mapa mental de una sociedad en crisis’, en primer lugar, ha definido a la persona como “un ser vulnerable, esperante y en busca de sentido”.

No hay un concepto científico

Desde esa perspectiva, ha explicado que “no existe un concepto científico de salud mental”. Además, “es algo más que la ausencia de síntomas psíquicos”, entroncándose muchas veces con “la actitud ante la vida” de cada uno. Algo que “Sigmund Freud definió así: ‘Una persona sana mentalmente es aquella capaz de trabajar y amar’”.

Lo que Rocamora, con ironía, ha completado de este modo: “Una persona sana mentalmente lo es solo una hora después de su muerte”. Algo que da idea de que estamos ante un fenómeno complejo y es realmente muy difícil discernir “quién está enfermo o sano”, pues cada uno tiene sus matices íntimos y “la vida de cada persona es única”.

Sí hay “sombras” que, en general, padece la sociedad actual, como “el amor líquido” o el “vacío existencial”, pues “hay más libertad, pero también más inquietud e inestabilidad”. Así, todos tendemos a “buscar la seguridad”, siendo un hecho que “la seguridad absoluta no existe”.

Exceso de tecnología

Otro factor es la “tecnolatría”, habiendo “un exceso de tecnología”, como refleja este hecho: “Hoy, vas al médico y no te mira a la cara, sino al ordenador”. Otro “exceso médico” es que “ahora todo se psiquiatriza”, no siendo necesario que cada persona vaya al psicólogo o al psiquiatra.

Una “sombra” más es “la fobia al sufrimiento”, llegando muchos “a tomar fármacos o calmantes de un modo preventivo”, olvidando un hecho obvio en el ser humano: “Todos somos vulnerables”. En el caso del sufrimiento psíquico, “no soportamos la ansiedad”. Salvo en situaciones graves, él es partidario de encauzarla con una buena actitud mental, además de que “los medicamentos no atajan de raíz el problema”, sino que lo amortiguan.

Alejandro Rocamora, ponente de las IX Conversaciones PPC

Alejandro Rocamora, ponente de las IX Conversaciones PPC

Más claves son “la sociedad del descarte, de la que tanto nos habló el papa Francisco”, “la sobreinformación”, que no siempre “nos hace tomar una mejor decisión”, y “la normalización de la violencia”, que puede afectar también a “las familias adaptadas socialmente”, pudiendo brotar una “patología” en uno de sus miembros pese a que todos comparten los mismos códigos morales y de convivencia.

También hay “luces”

A la hora de valorar “las luces”, se destacan “la solidaridad”, “la igualdad”, “el respeto de la naturaleza”, “la defensa de los más desfavorecidos”, “ser una sociedad de cuidado”, “el valor de la cultura” y “la revalorización de la salud mental”. Algo, esto último, que en nuestra sociedad “afloró sobre todo a partir de la pandemia, entendiendo al fin todos que la salud mental importa”.

En definitiva, “la vida siempre tiene sentido”, lo que “incluso supo Viktor Frankl en un campo de concentración nazi, siendo eso lo que le hizo no tirarse sobre las alambradas”.

Haciendo referencia al Informe Anual del Sistema de Salud Nacional de Salud, nos encontramos con datos como estos: el 34% de la población española sufre problemas salud mental; en el caso de las personas de más de 50 años, lo sufren el 40%; y, en las de más de 85 años, se da en y el 50% de los casos.

Ansiedad, el doble en las mujeres

En cuanto la ansiedad, la sufren el 10% de los españoles, lo que se duplica en el caso de las mujeres. Sobre el suicidio, se registran 8,8 muertes por cada 100.000 habitantes. Fenómeno que se da más en los hombres y que se incrementa según se avanza en el índice de edad.

Frente a todo ello, “los estilos de vida saludables son claves”. Pero también “el vínculo, pues necesitamos relaciones fuertes: la adversidad compartida es menos adversidad y la alegría compartida es más alegría”. Por “necesidad biológica, los bebés deben estar vinculados, pues si no mueren”. Esencia que “representó así Lévinas: ‘Soy amado, soy nombrado, luego existo’”.

Pero eso también se ve amenazado por la “disfunción vincular” (que evidencian la violencia de género o el mobbing) y por el “exceso vincular” (que se da con las adiciones sin sustancias, la dependencia y la codependencia o el síndrome del cuidador, con un desgaste por empatía). Otras veces también se da “la ausencia de vínculo” (con la soledad no deseada y el síndrome del emigrante).

Plan de Acción 2025-2027

Rocamora ha concluido su charla comentando el Plan de Acción de Salud Mental 2005-2027, que incluye aspectos como “la reducción del uso de los internamientos forzosos, el fomento de alternativas a la institución, la regulación del uso de psicofármacos, reforzar la preocupación social (con actividades culturales y apoyo social), la priorización de la protección de los derechos humanos, la preocupación por los colectivos vulnerables, el tratamiento multidisciplinar y la integración de la salud mental en el mundo laboral”.

En cuanto a la religión, el psiquiatra ha recalcado que, “si es bien entendida, si es salvadora y no mortificante, ayuda a la salud mental de la persona”.

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