Rafael Salomón
Comunicador católico

Enamorarse en la Iglesia


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Abordaré un tema delicado y será las formas de amar o podríamos decir: servir y enamorarse en la parroquia. Te pido por favor, leas con atención y sobre todo con cuidado. Hay una gran cantidad de formas de amar y no me refiero a los amores difíciles, sino a las parejas que viven su relación bajo la mirada prohibida, censurada e incisiva para que las parejas no se amen.



Esto sucede en nuestras parroquias, en los grupos católicos, donde el amor se profeza y donde deberíamos motivar a amarnos, pero no sucede así, la realidad es otra y es muy triste.

Depende mucho de la comunidad, de la cultura, de la madurez del grupo y por supuesto de sus líderes, cuando los servidores han llegado a un punto en el que su labor se convierte en algo importante para la comunidad, me refiero en el servicio, en algunos grupos se les considera como si fueran intocables y que no deben, sentir amor y mucho menos enamorarse. Hablo de jóvenes, chicas, chicos que llegan a la comunidad buscando y encontrando a Dios y sorpresivamente se enamoran.

Esto lleva a una realidad, pero la presión, la observación y la prohibición de su amor, sólo encuentran dificultades e imposibilidad de demostrar sus sentimientos. Son parejas de servidores que se aman en silencio, que no pueden expresar abiertamente sus sentimientos.

El amor nace en cualquier situación

El grupo no lo ve bien y esto empieza a generar molestia porque no quieren que surjan sentimientos entre los servidores y se supone que, como gente de iglesia, deben dar buen ejemplo, no deben aprovechar la permanencia en el grupo para fines personales; sin embargo, yo no estoy de acuerdo, es una manera de pensar que deberíamos evaluar.

Indudablemente, se tienen que cuidar las buenas costumbres, la sana convivencia, pero pensar en que no debe surgir amor entre los miembros servidores. El amor surge también en esos grupos, aunque no sea para muchos el lugar, el amor nace en cualquier situación. He visto y conozco a muchas parejas que sufren en silencio al no poder expresar sus sentimientos frente al grupo, callan, evitan miradas, están muy pendientes de los comentarios que puedan revelar su relación.

Hablo de parejas heterosexuales, por supuesto, que por servir en su comunidad, se ven imposibilitados de que nazcan estos sentimientos. Es muy triste ver cómo se les impide demostrar sus afectos, esas parejas sufren su amor y de forma escondida se aman. Siempre con respeto, porque de lo contrario, estarían faltando a un principio básico y a la coherencia con su actividad dentro de la iglesia.

novios iglesia

Son jóvenes que cuidan su amor, por temor a ser descubiertos, que viven con miedo para que nadie se entere. Muchas parejas viven en esta situación donde el silencio, el secreto y la mentira habitan, se esconden de las opiniones de los coordinadores, de la mirada incisiva del sacerdote y buscan desesperadamente un confidente.

Parejas que han surgido en grupos de servicio

Esto se convierte en un martirio, en un verdadero infierno y muchos jóvenes lo viven y ya no digamos cuando de personas adultas o viudos se trate, pareciera como si encontrar el amor dentro del grupo o de los grupos fuera un pecado. Sugiero que este tipo de pensamientos no deben ser alentados y deberíamos respetar los sentimientos auténticos.

Muy poco se habla de estos temas, ya que para algunas conciencias resulta muy incómodo, ver que los servidores de cierto grupo puedan tener una relación más estrecha. El sentido común y el criterio son aspectos que debemos tomar en cuenta, así como la madurez para permitir que una relación pueda surgir en el ámbito de Iglesia. ¿Perteneces a un grupo de parroquia? ¿Ha surgido o nacido algo especial entre ustedes?

Sugiero que, primero lo pongan en oración, pidan en oración a Dios y si es será. No se limiten buscando la aprobación de los integrantes del grupo, lo más probable es que nunca la tengan. Si van paso a paso haciendo las cosas de la manera correcta, entonces estas parejas verán cómo Dios acomodará las cosas de tal forma que podrán ver su bendición.

Que hay riesgos en permitir que surja una relación entre los miembros del grupo ¡Indudablemente!, también puede haber complicaciones, pero la vida es un riesgo y merece la pena aceptarlo. Lo que no podemos promover es la prohibición de los sentimientos, más bien, ayudemos a direccionar a los jóvenes y tomemos una actitud amable y tolerante ante estas situaciones que seguro sucederán.

Hay que crear un ambiente cordial, respetuoso y seguro si es que llegaran a surgir relaciones sentimentales. Debemos comprender las diferencias entre el amor fraterno y el amor de pareja, si lo tenemos claro, entonces comprenderemos que podemos sentir algo más que amistad por alguien. El amor es tan grande que lo podemos encontrar en cualquier lugar.

Parejas que han surgido en grupos de servicio sin pretenderlo, sin escandalizar a nadie, que su relación sea ejemplar, así como su buen comportamiento y que enfrenten con valor su relación.

“Les doy este mandamiento nuevo: Que se amen los unos a los otros. Así como yo los amo a ustedes, así deben amarse ustedes los unos a los otros”. (Juan 13, 34)