Misioneros Dominicos-Selvas Amazónicas denuncian que más de 60 hogares humildes fueron destruidos de madrugada, dejando a la gente en la calle
Campesinos en El Seibo, República Dominicana
Desde hace años, en la región de El Seibo, en República Dominicana, se produce un hecho terrible: muchas personas de origen haitiano son detenidas y expulsadas a la fuerza de sus casas y del propio país, siendo deportadas al vecino cuando, en muchos casos, jamás han estado allí. Sin olvidar las difíciles condiciones laborales que tienen en las azucareras, cuyas grandes compañías han sido denunciadas en diversas ocasiones por caer en “prácticas esclavistas”.
Así lo claman sistemáticamente desde Misioneros Dominicos-Selvas Amazónicas. Y así lo acaban de hacer para informar del último y grave hecho que se ha producido estos días: “Más de 60 hogares humildes en Villa Guerrero, Los Solares, fueron destruidos de madrugada sin previo aviso, dejando a las personas afectadas en la calle, desprotegidas ante la irrupción de excavadoras y un gran dispositivo policial”.
Entre los hogares afectados, “se encuentran 15 niños y niñas becados por Selvas Amazónicas, quienes perdieron uniformes y materiales escolares, imposibilitando el inicio del curso”.
El misionero dominico español Miguel Ángel Gullón, gran altavoz de esta causa, acompañado por la voluntaria Patricia Rosety, se acercaron a Villa Guerrero para conocer lo ocurrido de primera mano. Y se encontraron con un panorama devastador, que lleva al religioso a expresar su indignación: “Clama al cielo quien haya hecho esto… Que Dios le perdone porque no ha sabido lo que hace”.
Eso sí, no se rinden: “Seguimos en pie de lucha para que la dignidad sea respetada, centrados en las tres T: la tierra, el techo y el trabajo”. Y mucho más cuando estamos ante personas a las que se fuerza a caer en el abismo de la desesperanza. De ahí su último grito indignado, que también podría ser una oración, en forma de pregunta elevada a lo alto: “¿Estos no son hombres?”.