El cardenal Pedro Barreto explicó que no se trata de una simple asamblea institucional, sino de “una expresión concreta de la sinodalidad misionera”
Los obispos de las jurisdicciones eclesiásticas de la Amazonía: Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Guyana Francesa, Perú, Surinam y Venezuela, anunciaron que realizarán una inédita cumbre en Bogotá, del 17 al 20 de agosto de 2025.
La sede del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam) acogerá este encuentro ampliado, que ahondará en una Iglesia con rostro amazónico sinodal, profética y comprometida con la vida de los pueblos y la casa común.
El cardenal Pedro Barreto, obispo emérito de Huancayo (Perú) y presidente de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (Ceama), explicó que “nos vamos a reunir por primera vez en América Latina todos aquellos que estamos sirviendo al Señor como obispos pastores de la Iglesia amazónica”.
“El obispo es el que preside la Iglesia particular, pero también tenemos una responsabilidad de vivir la colegialidad episcopal más allá de nuestras propias fronteras. El idioma amazónico no tiene ninguna frontera”, indicó.
Hay varios hitos en los que reflexionarán los prelados: 60 años del Concilio Vaticano II, las cinco conferencias del Episcopado latinoamericano, en especial, Medellín (1968), “encarnó las orientaciones conciliares para nuestra región”.
También esperan valorar los frutos del Sínodo panamazónico (2019), los cinco años de la Ceama como “espacio sinodal de escucha, discernimiento y acción eclesial en territorio”, todo ello inspirados por el legado del papa Francisco.
“En julio de 2013, en Río de Janeiro, ya nos decía [Francisco] que había que relanzar el proceso evangelizador de esta región”, añadió.
Participarán obispos con amplia trayectoria como aquellos que acaban de iniciar su ministerio pastoral en la Amazonía, por lo que será “una alegría volvernos a reunir todos y cada uno, viejos y jóvenes, para juntos poder dar ese rostro amazónico a nuestra Iglesia”.
Barreto insistió que no se trata de una asamblea institucional, sino de “una expresión concreta de la sinodalidad misionera, en la que los pastores podrán compartir sus desafíos, experiencias, aprendizajes y propuestas”.