Las conferencias y consejos episcopales católicos de África, América Latina y el Caribe, y Asia tienen un mensaje para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2025 (COP30). La Iglesia llama a la resistencia ante las “falsas soluciones” a la crisis climática.
- WHATSAPP: Sigue nuestro canal para recibir gratis la mejor información
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
‘Un llamado por la justicia climática y la Casa común: conversión ecológica, transformación y resistencia a las falsas soluciones’ es el título del mensaje conjunto hecho público hoy durante una rueda de prensa en el Vaticano.
En el texto se ofrecen advertencias urgentes ante el colapso climático, se carga contra las soluciones cortas e inadecuadas así como contra el negacionismo del calentamiento global, llegando incluso a señalar a quienes destruyen la Tierra. Además, la Iglesia del Sur Global se autoimpone actuar y reforzar sus compromisos con la ecología integral al tiempo que detalla caminos hacia la conversión ecológica.
“Inspirados tanto en la ‘Laudato si’’ de Francisco, como por el llamado del papa León XIV a vivir una ecología integral con justicia, llamamos a una conversión ecológica profunda”, detallan en el escrito justo diez años después de la publicación de la encíclica y la firma del Acuerdo de París, tras el que “los países del mundo no han respondido con la urgencia necesaria”.
“La Iglesia no guardará silencio. Seguiremos alzando la voz junto a la ciencia, la sociedad civil, los más vulnerables y con verdad y coherencia, hasta que se haga justicia”, añaden.
¿Qué pide la Iglesia?
Según denuncian, “la crisis climática es una realidad urgente con un calentamiento registrado de 1,55°C en 2024. No es solo un problema técnico: sino una cuestión existencial, de justicia, dignidad y cuidado por nuestra Casa común”.
En este sentido, agregan: “La ciencia es clara: limitar el calentamiento global a 1,5°C para evitar efectos catastróficos. Jamás debemos abandonar esta meta. Son el Sur Global y las generaciones futuras quienes sufren ya las consecuencias”.
Por eso, “rechazamos las falsas soluciones como el capitalismo ‘verde’, la tecnocracia, la naturaleza convertida en mercancía y el extractivismo, que perpetúan explotación e injusticia”.

Una manifestación ante la Casa Blanca contra Trump por negar el cambio climático
La Iglesia exige equidad, justicia y protección. En primer lugar, señalan que “las naciones ricas deben pagar su deuda ecológica con un financiamiento climático justo sin endeudar más al sur, para recuperar pérdidas y daños y favorecer la resiliencia en África, América Latina y el Caribe, Asia y Oceanía”.
En segundo lugar, instan a “promover el decrecimiento económico y acabar con los combustibles fósiles, poniendo fin a todas sus nuevas infraestructuras y gravando debidamente a quienes se han beneficiado de ellas, inaugurando una nueva era de una gobernanza que incluya y priorice a las comunidades más afectadas por las crisis del clima y de la naturaleza”.
En tercer lugar, piden “defender a los pueblos indígenas y tradicionales, ecosistemas y comunidades empobrecidas; reconociendo la mayor vulnerabilidad de las mujeres, niñas, y nuevas generaciones; y a la migración climática como un desafío de justicia y derechos humanos”.
Compromisos eclesiales
Pero las exigencias de la Iglesia a la comunidad internacional va acompañada de compromisos eclesiales, pues “la Iglesia no se queda en palabras”:
- Defenderemos a los más vulnerables en cada decisión sobre el clima y la naturaleza.
- Educaremos en ecología integral y promoveremos economías basadas en la solidaridad, la ‘sobriedad feliz’ de ‘Laudato si’’ y el ‘buen vivir’ de las sabidurías ancestrales.
- Fortaleceremos la alianza intercontinental entre países del Sur Global para promover la cooperación y la solidaridad.
- Vigilaremos los resultados de las COP mediante un Observatorio de Justicia Climática.
- Invitamos a una coalición histórica entre actores del norte y Sur Global para enfrentar las crisis de forma solidaria”.
Llamado a la acción
Finalmente, en un llamado a la acción, instan a quienes toman decisiones a:
- Cumplir el Acuerdo de París.
- Poner el bien común por encima del lucro.
- Transformar el sistema económico hacia un modelo restaurador que priorice el bienestar de las personas y que asegure condiciones para la vida sostenible en el planeta.
- Impulsar políticas climáticas y de la naturaleza ancladas en los derechos humanos.
- Compartir e implementar soluciones tecnológicas éticas, descentralizadas y apropiadas.
- Alcanzar la deforestación cero para 2030 y restaurar ecosistemas vitales acuáticos y terrestres.
- Aunar esfuerzos para fortalecer los procesos multilaterales democráticos.
- Reconstruir la confianza en la cooperación y el diálogo, uniéndonos como humanidad, norte y sur, con el bienestar del planeta.