“Continuemos rezando para que en todas partes callen las armas y se trabaje por la paz a través del diálogo”. Con esta petición, León XIV cerró esta mañana sus reflexiones en el marco del rezo del ángelus, que dirigió desde el ventanal del Palacio Pontificio.
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Este llamamiento a la paz estuvo acompañado de una meditación vinculada a la unidad de los cristianos, en el marco de la solemnidad de san Pedro y san Pablo. “Existe un ecumenismo de la sangre, una invisible y profunda unidad entre las Iglesias cristianas que, a pesar de ellos, no viven la comunión plena y visible”, comentó el Papa sobre los mártires de los diferentes credos: “Todavía hoy hay cristianos en todo el mundo a los que el Evangelio vuelve generosos y audaces, e incluso a costa de la propia vida”.
Servicio a la unidad
“Mi servicio episcopal es servicio a la unidad”, enfatizó, convencido de que su misión pasa por “servir en el amor, a la comunión entre todas las Iglesias”. A la par, se mostró convencido de que” la unidad de la Iglesia y entre las Iglesias se nutre del perdón y de la confianza recíproca, que comienza por nuestras familias y nuestras comunidades”. Por ello, deseó que “este mundo herido, la Iglesia sea casa y escuela de comunión hoy”.

Vatican City (Vatican City State (Holy See)), 22/06/2025.- Pope Leo XIV is seen on a screen as he leads the Angelus prayer, a traditional Sunday prayer, from the window of his office overlooking Saint Peter’s Square, Vatican City, 22 June 2025. (Papa) EFE/EPA/FABIO FRUSTACI
Ante los fieles presentes en la plaza de San Pedro, Robert Prevost también recordó que “quien sigue a Jesús se encuentra recorriendo el camino de las bienaventuranzas basado en la pobreza de espíritu, la mansedumbre, la misericordia, el hambre y la sed de justicia y el trabajo por la paz”.
En su meditación, también tuvo presente a las víctimas de la explosión de un transformador eléctrico en República Centroafricana, que causó 29 muertos y 260 heridos.